UN REGALO PARA TODOS EN NAVIDAD

Cada uno tiene su nombre... Jesús nos lo enseñó.

Cuando nos dirigimos al Padre debemos decirle Padre “Abba” (Papito Lindo) y cuando nos dirigimos a Jesús “Señor”. “Jesús es el Señor”, dice la Palabra.

Jesús nos enseñó: “Padre nuestro que...”, ¿Por qué decirle “Señor”?. Tres Personas (tres manifestaciones, un solo Dios) distintas un solo Dios verdadero.... dice la Palabra. Cada cual tiene su nombre.

Un amigo me preguntó preocupado: Yo siempre me dirijo a Jesús y me olvido del Padre y del Espíritu Santo ¿Estoy mal?. ¡No!, no estás mal porque los tres son el mismo.... al dirigirte a Jesús te estás dirigiendo a los Tres... pero, cada uno tiene su nombre y sería mejor que te acostumbraras a dirigirte a cada uno por su Nombre: Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo. No es que a los Tres les importe si lo haces o no, pero creo que sí les gustaría más escuchar que te está dirigiendo a uno en específico. Eso demostraría que tú sabes a quién te estás dirigiendo. El Espíritu Santo es el amor que une a los Tres y en el amor divino no existen los celos entre Ellos.

Otra cosa que he notado es que algunos sacerdotes o lideres de grupo cortan el saludo de la Paz. Cuando más tiempo dure esa manifestación, cuando más sean los abrazos y la alegría de la “Paz esté con todos ustedes” es porque Dios Espíritu Santo está revoloteando, es una muestra de su presencia en la reunión.... ¡Nunca corten esa manifestación del Espíritu aunque demore lo que demore! ¡NO ATEN A DIOS ESPÍRITU SANTO! ¿Se han imaginado lo significa que alguien te abrase lleno del Espíritu Santo? ¡Es lo máximo! ¿Por qué cortarlo?.

En nuestro grupo de oración siempre decimos: Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo, nunca Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo. ¿Por qué bajarlos de categoría si son el mismo? Son Tres manifestaciones distintas, pero un solo Dios verdadero.

¡UN FUERTE ABRAZO EN ESTE ADVIENTO! ¡TE ESPERAMOS DIOS!

José Miguel Pajares Clausen
Diciembre 2010