La Curación es el arte más antiguo de la humanidad.
El origen de la vida incluye el origen de los principios de la preservación de la vida. El ser humano tiene energías de sanación dependiendo de lo dinámica, positiva y servicial que sea su naturaleza.
De hecho, las energías vitales, la salud y la sanación están en todo lo que nos rodea. El hombre flota en esas energías y recibe constantemente energías vitales. La vida está en él y él está en la vida. El hombre es un constante receptor de las energías vitales para sus fines personales; pero el hombre puede ser también un transmisor de esas energías.
Una persona dinámica, positiva y orientada al servicio, que ame a los demás seres, puede ser un moderado transmisor de semejantes energías de sanación. Cuando lo hace profesionalmente, se le llama sanador.
De hecho, las energías vitales, la salud y la sanación están en todo lo que nos rodea. El hombre flota en esas energías y recibe constantemente energías vitales. La vida está en él y él está en la vida. El hombre es un constante receptor de las energías vitales para sus fines personales; pero el hombre puede ser también un transmisor de esas energías.
Una persona dinámica, positiva y orientada al servicio, que ame a los demás seres, puede ser un moderado transmisor de semejantes energías de sanación. Cuando lo hace profesionalmente, se le llama sanador.
Por: Dr. K. Parvathi Kumar
Nota:
Si el sanador lo hace a través de la Gracia de Dios se llama “Instrumento de Dios”. ¿En que consiste? Consiste en dejar a Dios que te use para realizar en alguien enfermo, un milagro de su Infinita Misericordia. Es decirle a Dios: "Qué se haga en mí tu voluntad y no la mía" Sólo de pensar en la cara de alegría de Dios cuando alguien se sana a traves de sus instrumentos, es el regalo más grande que pueden recibir sus instrumentos.
Si el sanador lo hace a través de la Gracia de Dios se llama “Instrumento de Dios”. ¿En que consiste? Consiste en dejar a Dios que te use para realizar en alguien enfermo, un milagro de su Infinita Misericordia. Es decirle a Dios: "Qué se haga en mí tu voluntad y no la mía" Sólo de pensar en la cara de alegría de Dios cuando alguien se sana a traves de sus instrumentos, es el regalo más grande que pueden recibir sus instrumentos.
José Miguel Pajares Clausen
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