Un grupo de sacerdotes en Dallas (Estados Unidos)
continúan con el servicio en los hospitales y arriesgan su vida para ofrecer
los Sacramentos a los enfermos de coronavirus, que se mantienen aislados de sus
familiares por el riesgo de contagio.
#NEW Fathers John & Tymo of @DallasCath Catholic Diocese of Dallas are the few in DFW also
allowed inside hospitals to see #COVID19 patients. They administer the sacrament -The
Annointing of the Sick- at request of families of loved ones in their final
moments. @wfaa @10 pic.twitter.com/pemJ3rsU7p
— Jobin Panicker
(@jobinpnews) July 8, 2020
Un grupo de ocho sacerdotes de la Diócesis de Dallas van a los
hospitales a pedido de los familiares de los enfermos con COVID-19, para
brindarles sanación espiritual, mientras se encuentran aislados para evitar la
propagación del virus.
En una entrevista a WFAA, el párroco de la
Parroquia St. Paul the Apostle, P. John Szatkowski, y el Vicario Parroquial, P.
Tymoteusz Ksiazkiewicz, indicaron que este grupo empezó por el pedido del
Obispo de Dallas, Mons. Edward J. Burns.
Los sacerdotes indicaron que la tarea de este grupo conlleva visitar
hospitales a pesar de la pandemia y llevar esperanza a los pacientes y sus
familiares, por lo que, aquellos que decidieran aceptar esta misión debían ser
jóvenes, sin enfermedades preexistentes y no vivir en la misma comunidad de un
sacerdote mayor.
El P. Ksiazkiewicz, quien ha sido consagrado el año pasado, y el P.
Szatkowski, quien ya lleva 10 años en el servicio sacerdotal, han visitado más
de cien pacientes con coronavirus en los últimos meses.
“(Hacemos esto) para traer paz, les traemos la
buena nueva de que el Señor no los ha abandonado”, dijo el P. Ksiazkiewicz.
Con el equipamiento de protección personal y la supervisión del personal
de salud, los sacerdotes ingresan al hospital portando lo mínimo indispensable
para brindar los Sacramentos, junto con un pequeño kit, que incluye una oración
y una estampa de algún santo.
El P. Szatkowski indicó que muchos de los pacientes no pueden
comunicarse, al encontrarse inconscientes o intubados, por lo que, hace su
mayor esfuerzo para asegurarse que su cleriman sea visible, para que sepan que
un sacerdote los está visitando.
Ambos sacerdotes indicaron que los religiosos han asumido tareas mucho
más riesgosas, incluso más mortales, mucho antes que ellos.
“Estoy dando mi vida visitando a los enfermos. La
base es la misma: el deseo de amar y el deseo de dar vida”, dijo el P. Ksiazkiewicz.
Redacción ACI Prensa
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