Con esto de las
charlas sobre el compendio del catecismo toca hablar y explicar muchas cosas.
Acabamos de explicar los números 161 a 170 y ahí surgió el tema del ecumenismo.
El dato es que los cristianos, desgraciadamente, estamos separados y
uno se pregunta dónde subsiste la única Iglesia de Cristo. Servidor tiene la
costumbre de responder no según sus particulares deseos y ocurrencias, sino con
lo que se explica en el catecismo: “La
única Iglesia de Cristo, como sociedad constituida y organizada en el mundo,
subsiste (subsistit in) en la
Iglesia católica, gobernada por el sucesor de Pedro y por los obispos en
comunión con él. Sólo por medio de ella se puede obtener la plenitud de los
medios de salvación, puesto que el Señor ha confiado todos los bienes de la
Nueva Alianza únicamente al colegio apostólico, cuya cabeza es Pedro". Y
es lo que dije y lo que digo.
A lo largo de la historia hemos tenido hermanos en el bautismo que decidieron abandonar la Iglesia
católica. En el siglo XI fue el
cisma de oriente y en el XVI, en pocos años, la ruptura protestante y un poco
más tarde la anglicana. Es decir, se fueron.
No
digo que nosotros fuéramos perfectos y ellos no. Tampoco voy a admitir que
seamos, como Iglesia católica, los culpables de todas las desgracias de la
humanidad. Lo cierto es que algunos rompieron la comunión,
sobre todo en el rechazo a la autoridad de Pedro en el caso de Oriente y los
anglicanos, y cargándose toda la doctrina católica las iglesias reformadas
luteranas, al punto que el catecismo de san Pio X llega a afirmar
que “el Protestantismo o religión reformada, como
orgullosamente la llaman sus fundadores, es el compendio de todas las herejías
que hubo antes de él, que ha habido después y que pueden aún nacer para ruina
de las almas".
Si se han ido, si se han
dividido en mil comuniones, iglesias, grupos y grupúsculos, no vale decir que
todos somos iguales. Iguales en el bautismo, iguales porque confesamos la fe en
la Trinidad y ya. Con algunos grupos cristianos no hay nada más en común y
hasta lo anteriormente expuesto podría ser dudoso.
EL AUTÉNTICO ECUMENISMO ES QUE VUELVAN.
Otra
cosa es que como Iglesia católica reconozcamos que no siempre hemos sido fieles, que eso de Iglesia santa y
pecadora es viejo y lo tenemos bien aprendido, y que se puedan
ofrecer medios para facilitar el regreso por medio de ordinariatos,
vicarías especiales, algunas dispensas como la del celibato en sacerdotes
provenientes del anglicanismo. Pero nada más.
El
gravísimo peligro, fruto de escaso estudiar y abundante buenismo, es proclamar
que todos iguales, todos pecadores, abajo las leyes, fuera Trento, viva el
consenso, que
buenísimo Lutero y que fantásticos los protestantes, y no como los católicos
tan conservadores. Por ahí andan en Alemania. Las previsiones son que un 30 %
de los católicos está pensando en darse de baja. Allá ellos.
Cuando digo esto de que
esperamos con los brazos abiertos su retorno a la Iglesia católica porque el
catecismo dice que en ella subsiste la única Iglesia de Cristo, los hay que me
dicen que me estoy pasando, y que el catecismo bueno y según. Pues hermanos,
seamos claros. Si es catecismo también es según, apaga y vámonos. En Alemania
ya lo están haciendo.
Jorge González








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