Por Alvaro de Juana
VATICANO, 03 Oct. 15 / 09:00 am (ACI).- Satanás es el que seduce con el
encanto y la fascinación, con la vanidad y con el poder. El Papa Francisco se
encargó de recordar esta mañana en el Vaticano que esta es la lucha diaria que
todo hombre tiene cada día.
Lo dijo al presidir una Misa por el Cuerpo
Diplomático de la Gendarmería del Estado de la Ciudad del Vaticano en ocasión
de la Fiesta su patrono, San Miguel Arcángel.
El Pontífice comentó las lecturas de la liturgia. En la primera, del
Libro del Apocalipsis, asegura que “se entabló una batalla en el cielo”.
Francisco explicó que es “la guerra final”, pero “durante toda la historia esta
guerra se hace cada día: se hace en el corazón de los hombres y
de las mujeres, se hace en el corazón de los cristianos y de los no
cristianos…”.
“Existe la guerra entre el bien y el mal donde nosotros debemos elegir
qué queremos, el bien o el mal. Pero el método de guerra, los métodos de guerra
de estos dos enemigos son totalmente opuestos”.
Francisco aseguró que uno de los “métodos” del diablo son “las
insidias”: “es
un sembrador de insidias, nunca cae de sus manos una semilla de vida, de unidad, siempre insidias,
insidias. Es su método, sembrar insidias”.
Pero Satanás también “es un seductor”. “Es uno que siembra insidias y un
seductor, y seduce fascinando, con encanto demoniaco, te lleva a creer todo”.
“Él sabe vender
con este encanto, vende bien, ¡pero
paga mal al final!”, exclamó.
El Santo Padre pidió recordar la primera vez que en el Evangelio “este
señor aparece”: “es un diálogo con Jesús”. “Jesús está orando cuarenta días en
el desierto, ayunando, y al final está un poco cansado y tiene hambre”.
“Y él viene, se mueve lentamente como una serpiente, y hace esas tres
propuestas a Jesús”, que son las tentaciones.
“Los tres pasos del método de la serpiente antigua, del demonio.
Primero, tener cosas, en este caso el pan, las riquezas, las riquezas te llevan
lentamente a la corrupción, y esta corrupción no es un cuento de hadas”,
aseguró.
“La
corrupción está en todas partes: por dos
monedas muchos venden el alma, vende la felicidad, vende la vida, vende todo”,
este “es el primer paso: el dinero, las riquezas”.
El segundo paso es “la vanidad”. “Aquello que decía el diablo a Jesús:
‘Vamos a lo alto del templo, tírate desde ahí, ¡haz el gran espectáculo!’. Es
“vivir por la vanidad”.
El tercer paso es “el poder, el orgullo, la soberbia”. “’Yo te daré todo
el poder del mundo, tú serás el que mandes’”.
Francisco aseguró que “esto nos ocurre también a nosotros, siempre, en
las pequeñas cosas: enganchados demasiado a las riquezas, nos gustan cuando nos
alaban, como un pavo real”.
“Y mucha gente se hace ridícula, mucha gente. La vanidad te hace parecer ridículo. O, al final, cuando tienes poder, te sientes
Dios, y esto es un gran pecado”.
El Papa aseguró en la homilía que “esta es nuestra lucha, y por eso hoy
le pedimos al Señor que por intercesión del Arcángel Miguel nos defienda de las
insidias, del encanto, de las seducciones de esta serpiente antigua que se
llama satanás”.
“Si vamos al relato de las tentaciones de Jesús no encontramos jamás una
palabra suya. Jesús no responde con palabras propias, responde con
palabras de la Escritura, las tres veces”.
“Esto nos enseña –continuó– que con el diablo no se puede dialogar, y
esto ayuda mucho, cuando viene la tentación. ‘Contigo no hablo’, sólo la
Palabra del Señor”.
PAPA FRANCISCO: EL DEMONIO TE DA UN POCO DE DIVERSIÓN PERO “AL FINAL TE
DEJA SOLO”
Por Alvaro de Juana
VATICANO, 08 Ago. 15 / 04:03 am (ACI).- El Papa Francisco dijo a los
jóvenes de todo el mundo que hoy llegaron al Vaticano para reunirse que la
principal dificultad que tiene en su Pontificado es “encontrar siempre la paz del Señor” y
advirtió sobre los engaños del demonio que ofrece un poco de diversión pero “al
final te deja solo”.
En un encuentro con jóvenes de distintos países del Movimiento
Eucarístico Juvenil en el Aula Pablo VI del Vaticano, el Pontífice habló de
manera improvisada de varios temas, entre ellos de algunas cuestiones
personales.
En respuesta a una joven brasileña sobre las principales dificultades
que como Papa tiene que afrontar, Francisco se refirió a “encontrar siempre la
paz del Señor, esta paz que solamente Jesús te puede dar. En los trabajos, en
los compromisos el desafío es encontrar esa paz que significa que el Señor te
acompaña, que el Señor está cerca”.
Francisco pidió “saber distinguir la paz de Jesús de otra paz que no es
la de Jesús”. “La verdadera
paz viene siempre de Jesús. También algunas veces viene en una cruz. Pero es Jesús el que
te da paz en esa prueba. No siempre viene como una cruz, pero siempre la paz
verdadera es de Jesús”.
La otra paz, la “superficial”, es “aquella que te hace estar contento,
te contenta un poco pero es superficial, viene del ‘enemigo’, del diablo”.
Quien piensa así “tiene dentro un engaño”. “Es necesario pedir esta gracia de
saber distinguir, de saber conocer cuál es la paz de Jesús y cuál es la paz que
viene del enemigo, que te destruye”. El demonio “te hace creer que este es el camino y después, al final, te
deja solo”, advirtió.
El Obispo de Roma pidió a los jóvenes recordar que “el diablo es un mal pagador,
nunca paga bien. ¡Siempre te estafa! Te hace ver las cosas maquilladas y
tú crees que es es lo bueno, que te da paz, pero vas ahí y al final no
encuentras la felicidad”.
Explicó que el signo de la paz de Jesús “es la alegría, la alegría
profunda; el diablo nunca te dará alegría. Te dará un poco de diversión, hará
un poco de ‘circo’, te hace feliz un momento pero nunca te da esa alegría”. Esa
alegría “sólo te la puede dar Jesús dándote el Espíritu Santo”.
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