Se
comenta con frecuencia y sale en los medios de forma habitual. Incluso ahora lo
anuncia un portal para buscar o vender casas.
Parejas
que se van a vivir juntas, para comprobar que se quieren, para ver si son compatibles
o porque ellas no necesitan papeles que confirmen su amor.
En realidad, es un contrasentido, en muchas ocasiones, porque si se hace con la intención de probar que se quieren o que son compatibles, sería algo así como decir: mira no sé exactamente si te quiero, estoy inseguro, y para comprobarlo nos vamos a vivir juntos y veremos qué pasa.
En realidad, es un contrasentido, en muchas ocasiones, porque si se hace con la intención de probar que se quieren o que son compatibles, sería algo así como decir: mira no sé exactamente si te quiero, estoy inseguro, y para comprobarlo nos vamos a vivir juntos y veremos qué pasa.
Desde mi punto de vista, eso no
es tratar bien a la otra persona, porque si se está inseguro de quererse, como
se le va a pedir vivir juntos y darse del todo.
Además,
en muchos casos, se le pone al otro en un apuro, aunque se comente poco,
incluso aunque no se quiera aceptar. No saben qué hacer, temen perder al otro,
dar un disgusto a la familia. Tienen sensación de chantaje emocional.
Todo
esto, pasa por la cabeza de muchas personas ante la idea de irse a vivir
juntos.
Por otra
parte, a pesar de la oposición de los padres, velada, clara o confusa. Pocos
padres están de acuerdo en su fuero interno aunque también, en muchos casos,
tengan o quieran demostrar que son “modernos”.
A pesar
de la oposición, decía, lo que ocurre con frecuencia, es que pesa más la
opinión de la pareja que la de los padres.
ASÍ, CON UNA SEGURIDAD FICTICIA, SE VAN A VIVIR JUNTOS.
En muchos
casos, es el comienzo de un fracaso vital, que arrastraran toda la vida. Es una
situación que marca para siempre de una manera u otra..
Otras
veces la excusa es, como decíamos, probar si son compatibles en el sexo y la
convivencia. Otro contrasentido, sobre todo si son dos personas sanas.
En rigor, se podría decir, que casi todos los caracteres son compatibles, y por el mismo motivo, se podría decir lo contrario, que casi todos son incompatibles. Depende de los valores que se aporten a la convivencia.
En rigor, se podría decir, que casi todos los caracteres son compatibles, y por el mismo motivo, se podría decir lo contrario, que casi todos son incompatibles. Depende de los valores que se aporten a la convivencia.
Por otra
parte, cuando uno prueba, sin ningún compromiso, lo normal es que se llegue a
la conclusión de que no.
¿Por qué? La convivencia no es fácil. Si
uno busca motivos para dejar la relación, los encontrará. ¡Seguro!
Las
personas nos engañamos con frecuencia, queremos el compromiso pero sin
comprometernos. Sin ejercitar nuestra libertad. Eso no es compromiso, lo
decíamos antes, eso es jugar con el otro.
Todo
compromiso, que se adquiere sin comprometerse, al final es una excusa que uno
se da a sí mismo, para hacer lo que le apetece que, de forma habitual, no tiene
nada que ver con lo que le conviene.
De hecho
las parejas que se van a vivir juntas, según la estadísticas, terminan no
casándose y de los que se casan, un porcentaje muy elevado, separándose en los
primeros cinco años.
La
ciencia dice que una de las tres causas en las que se puede predecir un
divorcio, con más probabilidades de no equivocarse, se da entre personas que
han vivido juntas antes de casarse.
Y ES QUE EN ESTA VIDA TODO DEJA HUELLA.
Por otra parte hemos de considerar que si en vez de haberse ido a vivir juntos, esas parejas se hubieran casado, quizá esperando un tiempo, es probable que, en muchas ocasiones, hubieran sido felices y no se hubieran separado.
¿Razones? No se puede vivir como si uno estuviera comprometido, no estándolo. Es como si se dijera, yo como si estuviera embarazada. No se sabe lo que es estar embarazada hasta que lo está. Con el compromiso ocurre igual. No es lo mismo. Cuanto más compromiso adquiere una persona, más medios pondrá para que el compromiso nos se rompa.
Irse a vivir juntos es aceptar ser probado como persona y si uno es dejado, tendrá la sensación de no haber llenado las expectativas que el otro tenía. O sea, de haber fracasado como persona. Muy serio para hacerlo sin compromiso.
Por otra parte hemos de considerar que si en vez de haberse ido a vivir juntos, esas parejas se hubieran casado, quizá esperando un tiempo, es probable que, en muchas ocasiones, hubieran sido felices y no se hubieran separado.
¿Razones? No se puede vivir como si uno estuviera comprometido, no estándolo. Es como si se dijera, yo como si estuviera embarazada. No se sabe lo que es estar embarazada hasta que lo está. Con el compromiso ocurre igual. No es lo mismo. Cuanto más compromiso adquiere una persona, más medios pondrá para que el compromiso nos se rompa.
Irse a vivir juntos es aceptar ser probado como persona y si uno es dejado, tendrá la sensación de no haber llenado las expectativas que el otro tenía. O sea, de haber fracasado como persona. Muy serio para hacerlo sin compromiso.
El hombre esta “hecho”
así.
¡Pensemos!
¡Pensemos!
José
María Contreras
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