Cuando estaba en secundaria, me
importaba mucho lo que mis amigos pensaran de mí. Durante esos años crecí más
que el resto de mis compañeros. Ser tan alto me hacía sentir incómodo. Para
mantener la atención lejos de mí y de mi altura inusual, me uní al grupo que se
burlaba de otros niños. Ser uno de los chistosos de la clase ayudó a asegurarme
de que los chistes se dirigieran hacia otros y no hacia mí.
Yo hacía todo tipo de bromas que
herían, y a veces dañaban a los otros. Una vez, antes de la clase de gimnasia,
mis amigos y yo pusimos pomada para curar torceduras en los pantalones cortos
de gimnasia de uno de los niños del equipo de baloncesto. No solamente lo
humillamos, sino que también tuvo que ir a la enfermería. Pensé que iba a ser
chistoso, pero nadie lo consideró así, y menos mi padre.
Mis padres no siempre pensaban
que mi comportamiento era chistoso. Me recordaban la Regla de Oro: tratar a
otros como me gustaría que me trataran. Muchas veces me regañaban por la manera
en que trataba a los demás. Lo que yo hacía era herir a otros niños y al mismo
tiempo dañaba mi reputación como alguien a quien debería respetarse. Mis amigos
me veían arriba porque yo era alto, pero ¿qué veían?
Mis padres querían que yo fuera
un líder y un buen ejemplo para los otros: un ser humano decente. Me enseñaron
a proponerme metas y a ser el mejor en todo lo que hiciera. En las lecciones
que me daba mi padre, me decía una vez y otra vez que fuera el líder que
merecía ser: que fuera un hombre grande de corazón y acciones, así como mi
cuerpo. Tenía que preguntarme si era o no importante ser el tipo de líder y
persona que mi padre creía que yo era. Sabía en mi corazón que él tenía razón.
Así que traté de seguir sus consejos lo mejor que pude.
Cuando me concentré en ser el
mejor en baloncesto y me volví el mejor en el juego, me hice el propósito de
ser un buen ejemplo. A veces tengo que detenerme y pensar antes de actuar;
ocasionalmente cometo errores: todos somos humanos. Pero continuó buscando
oportunidades donde pueda hacer una diferencia y poner un buen ejemplo, como me
lo aconsejó mi padre. Ahora se los dejó a ustedes.
“Sé un líder, Shaq, no un
seguidor. Ya que la gente tiene que mirarte hacia arriba, dales una buena razón
para hacerlo”.
Shaquille O’Neal
(Estrella Baloncesto NBA)
(Estrella Baloncesto NBA)
Lucas 12:48 Se espera mucho de
aquellos a los que mucho se les da, ya que su responsabilidad es mayor.
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