martes, 30 de abril de 2013

DEL ARCÁNGEL GABRIEL EN EL CORÁN


El papel de heraldo de Dios ante los hombres, anunciando por ejemplo la conquista de Alejandro Magno y la rebelión de los Macabeos a Daniel, el nacimiento de Juan Bautista a Zacarías o el de Jesús a María, le queda bien a Gabriel, que lo vuelve a representar en las páginas del Corán.

Gabriel es, de hecho, de los tres arcángeles citados en la Biblia y los siete mencionados en el apócrifo bíblico del Libro de Henoc, el único que vuelve a ser citado en el Corán, con una honrosa y única excepción: Miguel, cuyo nombre es citado (por cierto, junto al de Gabriel) pero en una única ocasión, periférica, accesoria, de relleno diríamos.

“Si hay alguien enemigo de Dios, de sus ángeles, de sus enviados, de Gabriel y de Miguel, Dios, a su vez, es enemigo de los infieles” (C. 2, 98)

Es decir, sin vida propia como, sin embargo, sí tiene en todo momento Gabriel en el libro santo de los musulmanes.

Tres son las menciones que por su nombre, registra el Corán del Arcángel Gabriel, las cuales corresponden a dos episodios. Del primero de ellos, y de acuerdo con el rol al que nos referimos, queda patente que Gabriel es quien recita a Mahoma las palabras del Corán, con lo que Gabriel, de alguna manera, rubrica la parte de responsabilidad que le corresponde en el proceso:

“Di: “Si hay alguien enemigo de Gabriel –él es quien, autorizado por Dios, lo reveló a tu corazón, en confirmación de los mensajes anteriores, como dirección y buena nueva para los creyentes- si hay alguien enemigo de Dios, de sus ángeles, de sus enviados, de Gabriel y de Miguel, Dios, a su vez, es enemigo de los infieles” (C. 2, 98).

A resaltar la mención que junto con Gabriel realiza el Corán, en esta ocasión y como ya hemos dicho arriba, de otro arcángel veterotestamentario sin presencia en los evangelios (sí, en cambio, en otros textos canónicos del Nuevo Testamento, como el Apocalipsis o la Carta de San Judas), cual es Miguel.

El segundo episodio coránico en el que participa Gabriel es un evento de importancia menor, en el que su nombre parece traído a colación por el autor coránico de una manera que cabe definir como inopinada o caprichosa. En el harén de Mahoma, se ha producido un revuelo. La causa es que Mahoma ha revelado un secreto a una de sus esposas, la cual hace un uso bastardo de la información. Dios, entonces, advierte a las concubinas:

“Si os volvéis ambas [las dos esposas concernidas] arrepentidas a Dios, es señal de que vuestros corazones han cedido. Si, al contrario, os prestáis ayuda en contra de él [Mahoma], entonces Dios es su protector. Y le ayudarán Gabriel, los buenos creyentes y además, los ángeles” (C. 66, 4).

Existen otras referencias al Arcángel Gabriel en el Corán, pero no son explícitas sino veladas y hasta controvertidas. También a ellas nos referiremos, pero lo haremos en otra ocasión, así que por hoy no les doy más la tabarra.

Luis Antequera

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