Cuando todo nos parece oscuro, no vemos
nada...tenemos que despertar la aurora.
Despertar la aurora es hacer presente la
Resurrección, es iluminar la vida.
¿Cómo se ilumina la vida? Llevando el gozo y la
alegría a los demás. Entregando nuestra vida por el otro. Consolando al que
llora. Curando al enfermo. Dando de comer al hambrientos y de beber al
sediento. Luchando por la justicia.
La Resurrección no es una palabra, una idea, algo
que hay que creer. La Resurrección es algo que debemos vivir. Es hacer presente
a Jesús en cada lugar y momento de nuestra vida.
Cada mañana, al levantarnos, debemos despertar la
aurora. Cada mañana es Resurrección...
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