Shahbaz sabía que le matarían y grabó un testimonio de fe.
Así se forjan los santos: "fuimos monaguillos, y en la escuela rezábamos por la mañana. Íbamos a misa, nos confesábamos, guardábamos la Cuaresma y orábamos juntos antes de dormir, a menudo el Rosario. Mi padre oraba por vecinos con problemas y por Pakistán".
¿Cómo forjar un político santo, un ministro santo, para el siglo XXI?
Los obispos pakistaníes pidieron oficialmente el 25 de marzo que Roma proclame a Shahbaz Bhatti, ministro de minorías asesinado el 2 de marzo, "mártir y patrón de la libertad religiosa". Así lo pedía su portavoz, el obispo Andrew Francis, otro hombre valiente que está vivo de milagro (dos pistoleros le pusieron una pistola en la cabeza y le dispararon a bocajarro y solo recibió heridas leves, de forma inexplicable).
Los obispos pakistaníes pidieron oficialmente el 25 de marzo que Roma proclame a Shahbaz Bhatti, ministro de minorías asesinado el 2 de marzo, "mártir y patrón de la libertad religiosa". Así lo pedía su portavoz, el obispo Andrew Francis, otro hombre valiente que está vivo de milagro (dos pistoleros le pusieron una pistola en la cabeza y le dispararon a bocajarro y solo recibió heridas leves, de forma inexplicable).
Este sábado 5 de noviembre, Paul Bhatti, hermano del ministro asesinado, recogió en Madrid el Premio HazteOir 2011, homenaje póstumo al político. Nos explicó cómo se forjó el alma de su hermano, de un mártir, de un santo.
Una infancia en familia y oración.
"Nuestro pueblo, Jushpur, cerca de Faisalabad, es cristiano al 90 por ciento, con iglesias, escuelas, catequistas, religiosos... Nuestros abuelos ya eran católicos. Mi padre era oficial del ejército pero se retiró joven para ser maestro. Nuestra familia estaba muy comprometida con la Iglesia. Los cuatro chicos fuimos monaguillos, y en la escuela todos rezábamos por la mañana. Con nuestra hermana mayor íbamos a misa, nos confesábamos, guardábamos la Cuaresma y rezábamos juntos antes de dormir, a menudo el Rosario. Mi padre pedía en las oraciones por vecinos con problemas, o por nuestro país. El pueblo era humilde pero casi todo el mundo poseía su propio terrenito, su casa y su negocio, mientras que en Pakistán es más común que los cristianos sean mucho más pobres. Aún hoy, aunque hay más pobreza, Jushpur mantiene ese estilo de vida".
"Nuestro pueblo, Jushpur, cerca de Faisalabad, es cristiano al 90 por ciento, con iglesias, escuelas, catequistas, religiosos... Nuestros abuelos ya eran católicos. Mi padre era oficial del ejército pero se retiró joven para ser maestro. Nuestra familia estaba muy comprometida con la Iglesia. Los cuatro chicos fuimos monaguillos, y en la escuela todos rezábamos por la mañana. Con nuestra hermana mayor íbamos a misa, nos confesábamos, guardábamos la Cuaresma y rezábamos juntos antes de dormir, a menudo el Rosario. Mi padre pedía en las oraciones por vecinos con problemas, o por nuestro país. El pueblo era humilde pero casi todo el mundo poseía su propio terrenito, su casa y su negocio, mientras que en Pakistán es más común que los cristianos sean mucho más pobres. Aún hoy, aunque hay más pobreza, Jushpur mantiene ese estilo de vida".
Mientras la familia consiguió enviar a Paul a estudiar a Italia, su hermano Shahbaz se matriculó en un instituto público, fuera de la "burbuja" católica donde había crecido. Allí vio como las minorías (hindúes, cristianos y otros grupos) eran oprimidos. "Conoció personas maltratadas y desde entonces decidió luchar por ellas. Su primer éxito fue que el Parlamento de la Nación eliminara el documento escolar que identificaba a las minorías", explica Paul. Con 17 años, el Shahbaz estudiante fundó el Frente de Liberación Cristiano. Con 34, ayudó a fundar la Alianza de Minorías de Todo Pakistán, de la que fue elegido presidente.
Ministro sin miedo, bajo amenazas de muerte.
Ministro sin miedo, bajo amenazas de muerte.
En noviembre de 2008 fue designado Ministro de Minorías. Y empezaron a llegar amenazas contra él, por su denuncia del fundamentalismo y de la Ley de Blasfemias que se usa para amedrentar a los cristianos. Condenó la matanza de cristianos de Gojra en 2009; en 2010 habló a favor de Asia Bibi, cristiana aún encarcelada por una supuesta blasfemia, y cuando en enero de 2011 los fundamentalistas asesinaron al gobernador de Punjab, Salman Taseer, fue el primero en comparecer ante la prensa y hablar mientras la mayoría callaba y temblaba. Al menos 5 fatwas distintas de líderes fundamentalistas llamaban a asesinar a Shahbaz.
"Era un hombre de personalidad y de fe fuerte", explica su hermano. "Estábamos orgullosos de él en la familia. Las minorías le veían como un protector, un portavoz, y estaba bien visto en el Gobierno, entre muchos musulmanes, en el extranjero. Pero aunque era de talante optimista, el último año sabía ya lo que pasaría. Visitándome en Milán me dijo: ´Paul, me matarán´. Le dije:´no vuelvas, quédate´. Pero él no podía callar. Fui yo quien le dijo por teléfono que habían asesinado a Taseer. Él no se lo podía creer, pero unos minutos después le vi ya en la televisión condenando el atentado".
Un vídeo que estremece.
Fue por esos días cuando grabó un vídeo que sólo debía publicarse si le mataban. Tras el asesinato, se vio en todo el mundo, en la BBC, en Al Jazeera, en Internet... "Hablo por los cristianos perseguidos, oprimidos y marginados, y por otras minorías, y estos talibanes me amenazan, pero quiero compartir que yo creo en Jesucristo, que ha dado su vida por nosotros, yo sé cuál es el significado de la cruz y sigo la cruz", anuncia en el vídeo, el acta de un mártir del s.XXI en YouTube. "Estoy dispuesto a morir por una causa; vivo por mi gente, por los que sufren, y moriré por defender sus derechos".
Fue por esos días cuando grabó un vídeo que sólo debía publicarse si le mataban. Tras el asesinato, se vio en todo el mundo, en la BBC, en Al Jazeera, en Internet... "Hablo por los cristianos perseguidos, oprimidos y marginados, y por otras minorías, y estos talibanes me amenazan, pero quiero compartir que yo creo en Jesucristo, que ha dado su vida por nosotros, yo sé cuál es el significado de la cruz y sigo la cruz", anuncia en el vídeo, el acta de un mártir del s.XXI en YouTube. "Estoy dispuesto a morir por una causa; vivo por mi gente, por los que sufren, y moriré por defender sus derechos".
Sucedió el 2 de marzo en Islamabad, cuando venía de la casa de su madre, de rezar con ella, y de recibir su bendición. Un vehículo blanco se detuvo junto a él y desde allí varios hombres le dispararon. Una franquicia de Al Qaeda en Punjab y Pakistán se atribuyó el atentado. Aún nadie ha sido detenido.
El hermano toma el testigo.
"Creo que Dios puso a Shahbaz en el mundo como un testimonio, una señal para todos nosotros", afirma Paul. Ha tomado el testigo de su hermano, y es ahora consejero especial sobre Minorías del gobierno pakistaní. En concreto, en su tarjeta se lee: "Dr. Paul Bhatti, consejero del Primer MInistro, status de ministro federal; Ministerio de Armonía Nacional, Gobierno de Pakistán".
"Creo que Dios puso a Shahbaz en el mundo como un testimonio, una señal para todos nosotros", afirma Paul. Ha tomado el testigo de su hermano, y es ahora consejero especial sobre Minorías del gobierno pakistaní. En concreto, en su tarjeta se lee: "Dr. Paul Bhatti, consejero del Primer MInistro, status de ministro federal; Ministerio de Armonía Nacional, Gobierno de Pakistán".
"Mi madre quedó destrozada cuando mataron a Shahbaz, porque él la cuidaba, estaba con ella, tenían una relación muy intensa. Cuando supe del asesinato, pensé ante todo en ella. Después acepté ser consejero de Minorías, y ella estuvo tres días sin hablar, pero luego me dijo: ´Creo que Dios te protegerá, es una forma de que ayudes a muchos; tenemos que aceptarlo y seguir trabajando´. Vi su convicción, su fe fuerte, su coraje cristiano".
Paul Bhatti cree que vale la pena seguir luchando contra el terrorismo y el extremismo, y los gobiernos europeos pueden ayudar. "Una forma es combatir la miseria extrema de los cristianos y otras minorías, que los hace invisibles, irrelevantes. Otra es ayudar a su educación, especialmente la superior, ayudar a que tengan ingenieros, abogados, políticos... Hay que acabar con el abuso de la Ley de Blasfemia. Por último, hay que potenciar el diálogo interreligioso, celebrar fiestas juntos, comer juntos, conocernos. ¡El islam no promueve el odio y el matar; los fundamentalistas engañan a mucha gente de buena voluntad cuando les enseñan a odiar y a matar! Un profesor de la Universidad Islámica de Istambul me dijo que los imanes deberían conocer los valores básicos, comunes, del cristanismo y otras grandes religiones, y es buena idea. Hemos de conocernos mejor, y eso ayudará a que muchas personas cambien a nivel profundo. La naturaleza humana, creo, puede cambiar, al menos hasta cierto punto".
Pablo Ginés/La Razón/ReL
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