Desde muy joven siempre me he preguntado: ¿Por qué Dios ha querido redimirnos sufriendo?
Podía habernos redimido cantando, pues todo lo que hacía Jesucristo tenía valor infinito al ser Dios.
Quizás sea porque casi todos los pecados se cometen para disfrutar, y el dolor es su antídoto.
Pero queda otra pregunta: ¿Y por qué Dios no nos ha perdonado si tener que someterse al sufrimiento?
Esto puede aclararlo una historieta que he recibido por INTERNET.
Un juez tenía que condenar a un delincuente. Pero resulta que era amigo suyo y estaba en el problema de ser justo y condenar a su amigo, o favorecer a su amigo y faltar a la justicia. Encontró la solución. Condenó a su amigo, pero pagó su rescate y así su amigo se vio libre. El juez esperaba que su amigo, en agradecimiento, no volvería a delinquir.
Un juez tenía que condenar a un delincuente. Pero resulta que era amigo suyo y estaba en el problema de ser justo y condenar a su amigo, o favorecer a su amigo y faltar a la justicia. Encontró la solución. Condenó a su amigo, pero pagó su rescate y así su amigo se vio libre. El juez esperaba que su amigo, en agradecimiento, no volvería a delinquir.
Eso es lo que Dios ha hecho. Y eso lo que espera de nosotros.
Jorge Loring, S.I.
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