jueves, 8 de enero de 2009

UN MENSAJE PARA EL ALMA


NADA TE TURBE
Nada te turbe; nada te espante; todo se pasa; Dios no se muda, la paciencia todo lo alcanza. Quien a Dios tiene nada le falta. Sólo Dios basta.
Santa Teresa de Ávila (1515-1582)

Hay demasiadosruidos en ti… escuchaen lo profundo de tu ser…

Hay demasiadas preocupacionesen tu mente… y demasiado pesoen tu corazón… escuchaen lo profundo de tu ser… quédate a solas… entra en tu aposento”… “escuchaen lo profundo de tu ser…

El Señor está aquí y te llamate ama y te espera escúchale en lo más profundo de tu ser

Quédate en silencio delante del Señorolvida tus palabras, olvida tus recuerdos, tus peticiones, tus proyectos; mírale, escúchale sin que tus voces interiores te distraigan.

Quédate en paz ante Él, abandona en Él toda turbación, todo cuidado, toda preocupación, olvídalo todo.

Quédate sin ataduras, libre de tus deseos, pobre como la madera muerta en invierno, vacía de todo cuanto no sea Él.

Quédate sola, sin nadie más en tu corazón, que ninguna criatura se interponga entre vuestras miradas.

Quédate sin quejas, sin estorbos, sin huéspedes extraños, sin nada que no sea Él.
Quédate entera, sin más recuerdos que Dios, sin buscar consuelos humanos, sepultada con Él y en Él, desapareciendo tú para hacerte don de su corazón.

Quédate sin tristezas, sin resentimientos, sin orgullo, sin falsas imágenes de ti misma.

Quédate a la escucha de su Palabra, hazte Palabra y Voluntad suyas.

Quédate sin poderes, sin privilegios, sin honores, sin ídolos, y deja a Dios ser Dios.

Quédate en oración tan profunda que nada altere esa atención, que ni pena ni goces quebrante ese abandono…

Quédate en silencio delante del Señor, desaparece tú y que sólo Él sea en ti.

¡Quédate en silencio delante del Señor…!
¡Quédate en silencio delante…!
¡Quédate en silencio…!
¡Quédate…!
¡!

Quédate en silencio delante del Señor

(Salmo 37, 7)

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