Esta es un a breve historia de un hijo aprovechador… que se encontró con la horma de su zapato.
Conocí a este muchacho, que hacía tonterías y media, muy cercano a mi familia. Toda falta que cometía le echaba la culpa a su padre. Sus tonterías eran reales y muy efectivas (para mal).
Un buen día, tomando unos tragos conmigo, le increpe su conducta y me dijo:
§ “Esto lo hice por culpa de mi padre que se divorció de mi madre”
Yo, que lo conocía y sabía toda la historia de su familia, le respondí:
§ “Te estás quejando de tu padre que era un mujeriego; dices que esas mujeres te quitaron su amor, y que tu padre prefería estar con ellas, en vez de estar contigo y con tu madre. Yo te conozco y sé que tú estás con otra mujer y que tu esposa no lo sabe. Inclusive, el hijo de esa señora es tuyo y su esposo no lo sabe. Tu padre tuvo cuatro mujeres, todas libres, y tú solamente dos, y la extra con esposo. Para que te quites las ganas de seguir culpándolo a tu padre, es necesario que lo sobrepases y tengas por lo menos tres mujeres más… pero trata de que no tengan familia, así ya no te quejarás más y ya no culparás a tu padre de todas las estupideces que haces… mejora lo que tu llamas ‘por culpa de mi padre’”
Él, que no sabía que yo conocía al detalle su proceder en la vida me dijo:
§ “¿De dónde sabes tú sobre mi vida?”
§ “Yo soy tu conciencia, sé todo de ti… a mí no me puedes engañar. Deja de culpar a tu padre por las tonterías que haces y crea tu propio mundo si te sientes capaz. Tu padre te dio la vida… te toca a ti vivirla sin ayuda de nadie. Es tu vida, ya sabrás que hacer con ella, pero no la hagas tan fácil, no te cuelgues de nadie… así, te ahorrarás la cuenta del psicólogo… porque para loco, te falta muy poco”
Mi amigo, nunca más - al menos en mi presencia - se volvió a hacer el loco ni culpó a su padre de sus errores, enmendó su vida aunque muy tarde. Su esposa y la otra lo dejó, sus hijos lo abandonaron, y nunca aprendió de su padre, que hasta ahora lo aman sus hijos y es muy buen amigo de sus madres.
Moraleja: Si quieres imitar a alguien… hazlo bien o mucho mejor.
Un buen día, tomando unos tragos conmigo, le increpe su conducta y me dijo:
§ “Esto lo hice por culpa de mi padre que se divorció de mi madre”
Yo, que lo conocía y sabía toda la historia de su familia, le respondí:
§ “Te estás quejando de tu padre que era un mujeriego; dices que esas mujeres te quitaron su amor, y que tu padre prefería estar con ellas, en vez de estar contigo y con tu madre. Yo te conozco y sé que tú estás con otra mujer y que tu esposa no lo sabe. Inclusive, el hijo de esa señora es tuyo y su esposo no lo sabe. Tu padre tuvo cuatro mujeres, todas libres, y tú solamente dos, y la extra con esposo. Para que te quites las ganas de seguir culpándolo a tu padre, es necesario que lo sobrepases y tengas por lo menos tres mujeres más… pero trata de que no tengan familia, así ya no te quejarás más y ya no culparás a tu padre de todas las estupideces que haces… mejora lo que tu llamas ‘por culpa de mi padre’”
Él, que no sabía que yo conocía al detalle su proceder en la vida me dijo:
§ “¿De dónde sabes tú sobre mi vida?”
§ “Yo soy tu conciencia, sé todo de ti… a mí no me puedes engañar. Deja de culpar a tu padre por las tonterías que haces y crea tu propio mundo si te sientes capaz. Tu padre te dio la vida… te toca a ti vivirla sin ayuda de nadie. Es tu vida, ya sabrás que hacer con ella, pero no la hagas tan fácil, no te cuelgues de nadie… así, te ahorrarás la cuenta del psicólogo… porque para loco, te falta muy poco”
Mi amigo, nunca más - al menos en mi presencia - se volvió a hacer el loco ni culpó a su padre de sus errores, enmendó su vida aunque muy tarde. Su esposa y la otra lo dejó, sus hijos lo abandonaron, y nunca aprendió de su padre, que hasta ahora lo aman sus hijos y es muy buen amigo de sus madres.
Moraleja: Si quieres imitar a alguien… hazlo bien o mucho mejor.
José Miguel Pajares Clausen
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