Nacieron dos leoncitos. La mamá leona los alimentó. Los cuidaba celosamente, los lamía, jugaba con ellos y los acurrucaba contra su cuerpo cálido durante la noche.
Luego de unas semanas, los cachorritos fueron creciendo se volvieron juguetones el mundo que los rodeaba les llamaba mucho la atención. La madre los dejaba jugar cerca de ella… A medida que crecían, sus juegos se desarrollaban cada vez un poco más lejos. Siempre que nacen cachorros, arriba en el cielo, los buitres revolotean.
La naturaleza de los cachorros es jugar y descubrir su derredor para descubrirse. La naturaleza de los buitres es rondar sobre los cachorros, muy alto, graznar, y aprovechar cualquier descuido para abalanzarse sobre ellos.
Un día los cachorritos, fascinados por el mundo, se alejaron mucho de su mami leona. Correteaban por el bosque jugaban persiguiendo mariposas, pisando hormiguitas pero la noche se acercaba los buitres comenzaron a emitir más y más graznidos. Al atardecer los cachorritos estaban aterrorizados, pues se habían extraviado.
Los buitres descendían mas y mas graznaban más y más. Iban a ser devorados tarde o temprano, pero uno de los cachorritos tuvo un segundo de luz: ¡Recordó a su madre! La recordó tanto que comenzó a gritar: su llanto era desgarrador. El otro cachorrito, escuchando a su hermanito, hizo igual. Fue, porque al escuchar a su hermano, recordó también a su mamá leona. La madre, estaba merodeando cerca del bosque Ni bien los escuchó, en varios saltos, dio con el lugar donde estaban sus hijos.
Tal alboroto armó con sus rugidos, que los buitres en el acto se tuvieron que elevar para no toparse con la furia de la mamá leona. Ella los puso bajo su cuidado, los regañó un poco y luego los llevó en la boca de vuelta a casa …
Recuerda: No te alejes de tu madre hasta no estar crecido. Aun así, cuando seas grande, los buitres estarán siempre acechando. Ellos son tus pensamientos y deseos. Tu Madre es Dios. Quédate SIEMPRE cerca de ella…
La naturaleza de los cachorros es jugar y descubrir su derredor para descubrirse. La naturaleza de los buitres es rondar sobre los cachorros, muy alto, graznar, y aprovechar cualquier descuido para abalanzarse sobre ellos.
Un día los cachorritos, fascinados por el mundo, se alejaron mucho de su mami leona. Correteaban por el bosque jugaban persiguiendo mariposas, pisando hormiguitas pero la noche se acercaba los buitres comenzaron a emitir más y más graznidos. Al atardecer los cachorritos estaban aterrorizados, pues se habían extraviado.
Los buitres descendían mas y mas graznaban más y más. Iban a ser devorados tarde o temprano, pero uno de los cachorritos tuvo un segundo de luz: ¡Recordó a su madre! La recordó tanto que comenzó a gritar: su llanto era desgarrador. El otro cachorrito, escuchando a su hermanito, hizo igual. Fue, porque al escuchar a su hermano, recordó también a su mamá leona. La madre, estaba merodeando cerca del bosque Ni bien los escuchó, en varios saltos, dio con el lugar donde estaban sus hijos.
Tal alboroto armó con sus rugidos, que los buitres en el acto se tuvieron que elevar para no toparse con la furia de la mamá leona. Ella los puso bajo su cuidado, los regañó un poco y luego los llevó en la boca de vuelta a casa …
Recuerda: No te alejes de tu madre hasta no estar crecido. Aun así, cuando seas grande, los buitres estarán siempre acechando. Ellos son tus pensamientos y deseos. Tu Madre es Dios. Quédate SIEMPRE cerca de ella…
Autor: Lakshahara
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