¿No te parecería genial poder volver al pasado y simplemente no haber hecho eso?
Por: Juanca Ibáñez | Fuente: New Fire
Antes de comenzar a hablar de la indulgencia
plenaria tomate unos segundos para pensar en las peores cosas que has hecho en
tu vida, tus más grandes pecados.
¿LOS
RECUERDAS?
¿No te parecería genial
poder volver al pasado y simplemente no haber hecho eso? Como
cuando estás trabajando en el computador y simplemente das Ctrl+Z, o cuando en
un video juego regresas al último checkpoint.
¿QUÉ
ES LA INDULGENCIA PLENARIA?
Imagina que tu alma es una tabla, y cuando pecas
es como si agarraras puntillas y se las clavaras. Cuando te confiesas estas
puntillas salen, pero lamentablemente los huecos que dejaron en la tabla
permanecen. La indulgencia plenaria se encarga de quitar esos
huecos de la tabla y dejarla como nueva.
Otra imagen que puede ayudar es la de unos niños
jugando a la pelota en el parque. Uno de ellos, patea con fuerza y rompe la
ventana de una casa (este sería el pecado). Avergonzado va a donde el dueño de
esta y le pide perdón (esta sería la confesión), el vecino amablemente lo
perdona sin embargo aún hace falta que el niño pague por la ventana rota, como
él no tiene dinero se dirige a donde sus padres y les pide para pagarle al
vecino, ellos sacan lo necesario y pagan su deuda (nota que en este ejemplo los
padres son la Iglesia).
En un lenguaje más técnico, el Código de derecho
canónico (c. 992) y el Catecismo de la Iglesia católica (n. 1471), definen así
la indulgencia:
“La indulgencia es la remisión ante Dios de la pena
temporal por los pecados, ya perdonados, en cuanto a la culpa, que un fiel
dispuesto y cumpliendo determinadas condiciones consigue por mediación de la
Iglesia, la cual, como administradora de la redención, distribuye y aplica con
autoridad el tesoro de las satisfacciones de Cristo y de los santos”.
¿Si leíste bien esa última
parte? “la Iglesia (…) como administradora de la redención, distribuye y aplica
con autoridad el tesoro de las satisfacciones de Cristo y de los santos”. Esto
quiere decir que el Espíritu Santo, a través de Su Iglesia, nos da
constantemente herramientas para alcanzar el Cielo.
¿CÓMO
PUEDO ALCANZAR LA INDULGENCIA PLENARIA?
La Iglesia, a lo largo del tiempo, ha
determinado distintas formas para alcanzar la indulgencia plenaria. Hay algunas que se pueden hacer en cualquier
momento –media hora de adoración frente al Santísimo, rezar el Vía Crucis,
rezar el rosario en familia o en comunidad, leer la Biblia durante media hora
etc. –, como también hay
otras que aplican solo para momentos específicos como sucedió en el año de la
fe (donde se podía visitar una Basílica Papal, visitar un baptisterio entre
otras) o el año de jubilar de la misericordia (donde al realizar obras de
piedad, misericordia o penitencia se concede la indulgencia plenaria).
SEA
CUAL SEA LA FORMA EN QUE SE OBTIENE LA INDULGENCIA PLENARIA ES NECESARIO:
Tener la disposición interior de un desapego
total del pecado, incluso venial.
Confesarse (20 días antes o 20 días después).
Comulgar (preferiblemente en Misa).
Orar por las intenciones del Papa.
¿POR
QUÉ SE LE LLAMA INDULGENCIA PLENARIA?
Se llama indulgencia
plenaria porque suprime plenamente la pena que se debe pagar por los pecados
cometidos y confesados hasta ese momento. Esta pena (de no contar con la indulgencia
plenaria) se paga de dos formas: con los sufrimientos y obras buenas de esta vida
o con un tiempo en el purgatorio.
Sin embargo, no te lo había dicho hasta ahora,
existen también las indulgencias parciales.
Estas son una supresión parcial de la pena, sin
embargo la Iglesia no específica cuan parcial es (si es un 20% o un 80%, si es de
determinados tipos de pecado, etc.) simplemente dice que una parte de la pena
es perdonada. Esta la obtenemos muy a menudo y ni siquiera lo sabemos.
Al darnos la bendición; al
rezar el Angelus, el Magnificat entre otras; al visitar al santísimo por un rato;
al rezar el Credo; al hacer un examen de conciencia; al pedir por los muertos.
En fin hay muchas formas.
Bueno, ahora que lo sabes, ¿qué esperas? Es muy fácil alcanzar la indulgencia
plenaria, esta es la llave al Cielo. Ponte en marcha y busca conseguir la tuya
de hoy.
PD:
1. Las indulgencias solo son aplicables a uno mismo o a un difunto. Si lo piensas, tiene sentido. No puedes ofrecer tu indulgencia por alguien que aún vive (ni siquiera si está en coma o alguna enfermedad muy grave) pues su tiempo no ha acabado y (aun cuando no lo notamos) pueden seguir tomando decisiones. Sin embargo, sí puedes ofrecerla por un difunto.
Solo se puede recibir una indulgencia al día. Si dedicaras
un día completo a obtener muchas indulgencias plenarias sería muy beneficioso
para tu alma, pero solo se puede recibir una al día, sea que la aproveches para
ti o que la ofrezcas por un difunto.
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