Queridos lectores, llegamos a este momento del año en que todo parece detenerse. Las actividades bajan el ritmo y todos nos congregamos alrededor del amor. Un niño nace en un pesebre y el mundo entero se detiene a contemplarlo incluso sin saberlo.
Navidad es una fiesta que no
puede dejar de celebrarse. Sin importar que muchos digan que el sentido se ha
ido perdiendo, sin importar que algunos quieran negar su existencia o incluso
sin importar que la tristeza y la soledad parezcan estar ganando la batalla.
Lo cierto es que Navidad siempre llega y la llegada del Salvador conmueve al mundo, a la creación entera
independientemente de nosotros y cómo nos encontremos. Hoy te compartimos un
video muy lindo llamado «Cómo
vivir una Navidad con COVID», que resume lo que hemos tenido
que experimentar este año y lo que de verdad importa.
Tengamos presente que en
tiempos de paz y en tiempos de guerra, el pequeño niño envuelto en pañales
viene a salvarnos de todo aquello que nos inquieta el alma y pretende
conducirnos lejos de la luz. Con su pequeñez y ternura calienta nuestros
corazones, renueva nuestra esperanza y nos devuelve la mirada
hacia el destino final.
DONDE ESTÁ DIOS, HAY NAVIDAD
Celebrar esta fecha tan
importante nos ha significado buscar los afectos más grandes, la familia,
nuestros seres queridos. Una noche tan grandiosa solo puede vivirse plenamente
con otro. Humanamente para celebrar necesitamos sentirnos juntos físicamente y
compartir nuestra presencia con los demás.
Hoy que muchos nos vemos
impedidos de estar juntos, recordemos que hay alguien que pase lo que pase
permanecerá incansablemente a nuestro lado. Recordemos que a pesar del
miedo, del dolor y la tragedia, siempre hay oportunidad y espacio para el bien
y bien en abundancia.
¡Qué la oscuridad de
este año no nos gane la batalla! ¡Celebremos Navidad! Rebelémonos contra todo
aquello que nos quita la esperanza. Orientemos nuestros corazones hacia esa luz
brillante e incandescente que esta noche aparece en forma de pequeño niño en un
portal en Belén. La Navidad permanece, el dolor pasa.
¡Feliz Navidad
queridos amigos, Dios con ustedes todos los días hasta el fin!
Escrito por Silvana Ramos
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