Aunque era primavera, hacía un calor veraniego y
tomaban el fresco de la noche en el balcón. El joven seguidor dijo:
- Cada vez entiendo menos la política. Partidos que
se les ha votado porque decían que luchaban contra la corrupción, luego pactan
con partidos llenos de casos de corrupción, para obtener alcaldías o
presidencias, o simplemente para que no manden otros.
Rió el Anacoreta y respondió:
- Es cuestión de falta de voluntad
El joven lo miró extrañado. El anciano prosiguió:
- Sí. La persona que carece de voluntad es aquella
que, en contra de la voz de su propia conciencia, cambia sus principios según
las circunstancias, según los dictámenes de la sociedad, según las
modas...traicionando sus propios ideales.
Y concluyó:
- Se necesita mucha voluntad para ser fiel a uno
mismo y a sus principios.
Enviat per Joan Josep Tamburini
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