lunes, 20 de abril de 2015

LOCUCIONES DE MARÍA PARA EL MUNDO



Revelando los Grandes Secretos

 

1. El Complicado Fenómeno del Mal

 

10 de abril de 2015

María

 

Ha llegado para el mundo entero, el momento de conocer los grandes secretos. Que todo sea revelado para que el maligno no pueda destruir la verdad o provocar confusión en los corazones de aquellos que creen.

Habrá dos grupos de personas, los que tratan de caminar por la luz natural y los que han recibido Mi luz. La luz natural se atenuará lentamente, a medida que el mundo es arrojado en una mayor y mayor oscuridad. Aquello en lo que las personas colocaron sus esperanzas y a lo que confiaron su seguridad, será retirado. Mi luz se hará más grande y más fuerte mientras que estas luces naturales son apagadas por el maligno. Por lo tanto, permítanme comenzar a revelar los grandes secretos.

El tiempo es muy corto. He actuado de maneras poderosas para retrasar y retrasar la oscuridad, pero hay demasiadas fuerzas en demasiados lugares. Si a una se la limita, entonces a otra se le permite salir. A menudo una maldad se opone a otra, como puede verse por los conflictos en el Medio Oriente en donde un grupo terrorista guerrea contra otro. La supresión de un enemigo natural permite el florecer de otro. El mal es un fenómeno muy complejo, nada fácil de entender porque viola la verdad. Con frecuencia satanás permite que un mal sea atacado para que un mal mayor surja. Es por esto que una mente sin discernimiento, desprovista de Mi luz, a menudo se convierte en instrumento de satanás.

Las mentes y voluntades guiadas sólo por la luz natural serán inevitablemente las causas involuntarias de un mal mayor. Sólo los corazones bañados por la luz de Dios pueden ver el verdadero camino hacia la paz. La conveniencia siempre toma el camino equivocado. Sólo la fe muestra el camino. Es por eso que tengo que revelar los grandes secretos, aun si sólo unos pocos aceptarán Mis palabras.

Comentario: Nuestra Señora dirige una gran luz sobre lo que está sucediendo mientras Irán aparentemente está derrotando al Estado Islámico, pero está estableciendo su propio reino.

2. ¿Por Qué el Cielo Debe Esperar?

 

11 de abril de 2015

 

María

El tiempo aún no está listo para que la plena acción salvífica del poder de Dios salga fluyendo desde Mi Inmaculado Corazón. Cómo me gustaría que el mundo y la Iglesia estuvieran listos. Sin embargo, derramar la plenitud de Mis regalos en este momento no tendría los efectos que se necesitan.

Voy a explicar las visiones de Mi corazón. El mundo no está listo porque todavía no ha llegado al borde de la desesperación. La oscuridad total no ha descendido. Si Yo fuera a liberar todas estas gracias y a destruir todos los males, el mundo no se daría cuenta de que algo verdaderamente celestial había hecho esto. Atribuiría los cambios a causas naturales y seguiría alegremente por su camino.

Mucho más importante, la Iglesia no está lista. La gran expectativa por los dones que fluyen de Mi corazón no está presente. A pesar de todas Mis apariciones y revelaciones, la Iglesia no está despierta. Pocos se dan cuenta de que el Padre ha colocado estos misterios en Mi corazón. Pocos los buscan ávidamente y no hay un gran fervor extendido centrado en Mi Inmaculado Corazón. La Iglesia mira en otras direcciones buscando respuestas o se ve a sí misma como pasiva y desamparada, sin darse cuenta de su poder o que el verdadero camino para la paz mundial descansa en estos misterios que estoy revelando.

Cuánto quería Jesús comenzar Su ministerio en Israel, pero tuvo que esperar. En primer lugar, el Bautista tenía que aparecer y preparar el camino del Señor. Sólo cuando el fervor de Israel había sido agitado supo Jesús que era Su tiempo de aparecer por el Jordán y de ser bautizado por Juan.

Estos son los misterios, la manera en que el Cielo interactúa con la tierra. El Cielo no puede simplemente derramar sus dones. La tierra debe estar mirando y buscando, para que los regalos sean bienvenidos. Estos son los misterios.

Comentario: Nuestra Señora trata de ilustrarnos acerca de nuestro papel en la preparación de Sus dones.

Nota: Traducción de María Isabel; un agradecimiento por su colaboración.


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