Si existe un profeta ligado a Adviento es Isaías.
Esta semana, las primeras lecturas han sido todas de este profeta. Isaías vos
trae aires de esperanza, nos llena el corazón de alegría en la espera. El otro
día leíamos:
"Él nos enseñará sus caminos y marcharemos por
sus sendas (...)
De las espadas forjarán arados, de sus lanzas
podaderas.
No alzará la espada nación contra nación, ni se
prepararán más para la guerra."
Y otro día leíamos:
"Habitará el lobo junto al cordero, la pantera
se tumbará con el cabrito, el ternero y el leoncillo, pacerán juntos; un niño
cuidará de ellos.
La vaca vivirá con el oso, sus crías se acostarán
juntas"
¿A qué se debe que el paisaje actual sea tan
diferente del que nos pinta Isaías? Sencillamente a que no lo hemos acogido. Lo
hemos esperado de boca, pero no en realidad. No sabemos acogerlo en cada una de
las personas que se nos acercan y, en vez de hacer crecer la paz, de hacer
reinar el Amor, lo que hacemos, es hacer crecer el odio, la envida, la
violencia.
Cada Adviento es un momento fuerte para que
reflexionemos; pero hemos de convertir cada día de nuestra vida en un Adviento.
Sólo así lo acogeremos y podremos cambiar el mundo.
Enviat per Joan Josep Tamburini
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