Quiero escribir unas líneas sobre
un asunto controvertido que ha motivado distintos comentarios en blogs
católicos de toda la Red. El asunto es que en la publicación de las obras
completas del cardenal Ratzinger, se ha hecho un cambio en una obra suya de
1972 sobre el tema de los divorciados vueltos a casar.
Cuando hace cosa de un mes conocí
esa opinión del entonces sacerdote y teólogo Ratzinger, me quedé muy
sorprendido. Me quedé sorprendido porque la opinión suya concordaba al 100% con
la que yo había expresado como mía en este blog unos meses antes.
Hay que hacer notar que lo que
Josef Ratzinger expresaba en ese artículo no era lo mismo que ha dicho el
cardenal Kasper. Pero sí que era exactamente lo mismo que yo dije en este blog,
sin saber nada de ese artículo.
Algunos han afirmado que ese
cambio realizado para la publicación de las obras completas es un cambio de
opinión y una desautorización del cardenal Kasper. Pero en la redacción final
no vemos ningún cambio de opinión, simplemente observamos que se ha suprimido
un texto que evidentemente resultaba polémico. Eso es todo.
Si el Papa emérito hubiera
cambiado de opinión, no le hubiera costado nada expresarlo. Es más, si hubiera
cambiado de opinión, sin duda, no hubiera dejado pasar de largo la ocasión de
manifestar ese hecho. Pero no lo hizo. Se limitó a suprimir el texto
conflictivo. Y lo sustituyó por un texto en el que no se desautoriza para nada
la versión primitiva.
Quiero dejar aquí constancia,
frente a tantas opiniones vertidas por tantos comentaristas acerca del cambio
del texto, que hay afirmaciones que inevitablemente niegan otras afirmaciones.
Y que hay afirmaciones que no niegan otras afirmaciones. El cambio en ese
artículo es del segundo tipo: afirmación que no niega la afirmación precedente.
Y diré una cosa más, el hecho de que el Papa emérito pudo haber añadido
algún comentario al respecto y expresamente no lo hizo porque no quiso hacerlo.
Por tanto, si de algún modo debe entenderse (en pura lógica) es como que no
quiso entrar al meollo del asunto planteado en la primera afirmación.
Sinceramente, mi comentario acerca del cambio en ese artículo creo que es
enteramente objetivo.
P.
FORTEA
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