Supieron que el nuevo bebe iba a ser una
niña, y día y noche, Michael le cantaba a su hermanita en el vientre de su
madre. Él estaba encariñándose con su hermanita aun antes de conocerla. El
embarazo de Karen progresó normalmente. A tiempo empezó su labor de parto, pero
una complicación se presentó de repente y Karen tuvo horas de labor de parto.
Finalmente, después de muchas horas de lucha, la hermanita de Michael nació,
pero en muy malas condiciones. La llevaron inmediatamente en una ambulancia a
la Unidad de Cuidados Intensivos, sección neonatal del Hospital St. Mary, en
Knoxville, Tennessee.
Los días pasaron y la niña empeoraba. Los
pediatras tuvieron que decirle finalmente a los padres las terribles palabras
“Hay muy pocas esperanzas, prepárense para lo peor”.
Karen y su esposo contactaron al cementerio
local para apartar un lugar para su hijita. Ellos habían creado un cuarto nuevo
para su hija y ahora se encontraban haciendo arreglos para un funeral. Sin
embargo, Michael, les rogaba a sus padres que le dejaran ver a su hermanita
“Quiero cantarle”, decía una y otra vez. Estuvieron dos semanas en Terapia
Intensiva y parecía que el funeral vendría antes de que acabara la semana.
Michael siguió insistiendo que quería
cantarle a su hermanita, pero le explicaban que no se permitía la entrada de
niños a Terapia Intensiva.
De pronto Karen se decidió, llevaría a
Michael a ver a su hermanita, la dejaran o no! Si no veía a su hermanita en ese
momento, tal vez no la vería viva nunca.
Ella le puso un overol inmenso y lo llevo a
Terapia Intensiva, Michael parecía una enorme canasta de ropa sucia. Pero la
jefa de enfermeras se dio cuenta de que era un niño y se enfureció… “Saquen a
ese niño de aquí ahora mismo! No se admiten niños aquí!”
El carácter fuerte de Karen afloro y,
olvidándose de sus lindos modales de dama, que siempre la habían caracterizado,
miro con ojos de acero la enfermera, sus labios eran una sola línea y con
firmeza dijo: “El no se va hasta que le cante a su hermanita” y levanto a
Michael y lo llevo a la cama de su hermanita.
El miro a la pequeñita, perdiendo la
batalla por conservar la vida. Después de un momento empezó a cantar con la voz
que le salía del corazón de un niño de tres años. Michael le canto: ” Eres mi
luz del sol, mi única luz, tu me haces feliz cuando el cielo es gris….”
(conocida canción en ingles ” You are my sunshine”).
Instantáneamente, la bebe pareció responder
al estímulo de la voz de Michael, su pulso se empezó a volver normal. “Sigue
cantando, Michael” le pedía desesperadamente su mamá con lágrimas en los ojos.
Y el niño seguía: “Tu no sabrás nunca, querida, cuanto te amo, por favor no te
lleves mi luz del sol…” Al tiempo que Michael cantaba a su hermana, la bebe se
movía y su respiración se volvía tan suave como la de un gatito cuando lo
acarician.
“Sigue cantando cariño” le decía su mamá y
el continuaba haciéndolo como cuando todavía su hermanita estaba en el vientre
de su madre. “La otra noche, querida, cuando dormía, soñé que te abrazaba en
mis brazos…” seguía cantando el niño; la hermanita de Michael empezó a
relajarse y a dormir con un sueño reparador que parecía que la mejoraba por
segundos. “Sigue cantando Michael”… ahora era la voz de la enfermera gruñona
que con lágrimas en los ojos no dejaba de pedirle al niño que continuara. “Tú
eres mi luz del sol, mi única luz del sol, por favor no te lleves mi sol…”
Al día siguiente… el mismísimo día
siguiente… la niña estaba en perfectas condiciones para irse a casa.
La revista “Woman’s Day” lo llamo “El
Milagro de la canción del Hermano”. Los doctores le llamaron simplemente un
milagro. Karen le llamo “El Milagro del amor de Dios”.
La vida es demasiado buena como para
desperdiciarla…
Confía en que Dios sabe que estas
exactamente donde debes estar.
Cantares 8: 7
Las muchas aguas no podrán apagar el amor, ni lo ahogarán los ríos.
Jeremías 31:3
Con amor eterno te he amado, por tanto, te prolongué misericordia.
Con amor eterno te he amado, por tanto, te prolongué misericordia.
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