UNA CARTA DE
SAN FRANCISCO DE BORJA A FELIPE II SUGIERE UNA INFLUENCIA DIABÓLICA SOBRE JUANA
LA LOCA
Desvelada por José María Zavala
en «Isabel íntima»
Entre las
aportaciones a la biografía de Isabel
la Católica y su familia por parte de José María Zavala en su última obra, Isabel íntima (Planeta),
elaborada con base a la Positio de canonización, figura la desconocida
carta de Francisco de Borja, ex
duque de Gandía y futuro santo de la Iglesia católica, al entonces príncipe
Felipe.
Fechada en mayo de 1554, la carta del jesuita al futuro rey Felipe II describe la enfermedad de Juana la Loca con lenguaje sincero y propone varios remedios; entre ellos, que se impida a las mujeres al servicio de la reina entrar en sus habitaciones, que se coloquen crucifijos en todas las habitaciones del palacio, y que la propia infeliz oiga Misa diaria y, a ser posible, se le lean los Evangelios.
Don Felipe accedió gustoso a todo eso… ¡menos a los exorcismos para curar a su abuela enferma!
Tras la muerte de su infiel marido Felipe el Hermoso, Juana “la Loca” acabó sus días confinada en la fortaleza de Tordesillas. En aquel gélido torreón podía ver el ataúd de su esposo por una ventana que daba a la iglesia del antiguo convento de Santa Clara. Allí malvivió la desdichada durante cuarenta y siete años, en el mismo torreón donde cada siglo había estado encerrada una reina de Castilla.
El obispo de Málaga describió así su horrible cautiverio: “La reina duerme en el suelo, como antes. No se cambia de ropa interior, ni se peina ni se lava la cara. Su falta de higiene es grande, tanto en su rostro como, según dicen, en las demás partes de su cuerpo. Y come en el suelo, en platos de barro, que luego esconde debajo de los muebles. Su vestir es tal que casi no es permitido nombrarlo así. Y todo semejante… Pierde muchas veces la Misa, porque suele almorzar a la hora en que se celebra y no encuentra ocasión de oírla en el resto del día”.
San Francisco de Borja visitó varias veces a Doña Juana desde la Semana Santa de 1552 hasta la de 1554. Fue el único que le llevó consuelo y quien la asistió espiritualmente en el lecho de muerte. En Isabel íntima se esboza la posibilidad de que el santo sospechase de ser la reina víctima en realidad de alguna afectación diabólica…
CONFERENCIA DE JOSÉ MARÍA ZAVALA
Con el título: Isabel la Católica, ¿por qué la falsa "leyenda negra" ha impedido beatificar a la sierva de Dios?, José María Zavala, autor de "Isabel íntima"" (Planeta) impartirá una conferencia hoy lunes, 24 de marzo, a las 19:45 horas, en la Parroquia Nuestra Señora de la Moraleja (Calle Nardo, 44. La Moraleja. Alcobendas. Madrid).
Fechada en mayo de 1554, la carta del jesuita al futuro rey Felipe II describe la enfermedad de Juana la Loca con lenguaje sincero y propone varios remedios; entre ellos, que se impida a las mujeres al servicio de la reina entrar en sus habitaciones, que se coloquen crucifijos en todas las habitaciones del palacio, y que la propia infeliz oiga Misa diaria y, a ser posible, se le lean los Evangelios.
Don Felipe accedió gustoso a todo eso… ¡menos a los exorcismos para curar a su abuela enferma!
Tras la muerte de su infiel marido Felipe el Hermoso, Juana “la Loca” acabó sus días confinada en la fortaleza de Tordesillas. En aquel gélido torreón podía ver el ataúd de su esposo por una ventana que daba a la iglesia del antiguo convento de Santa Clara. Allí malvivió la desdichada durante cuarenta y siete años, en el mismo torreón donde cada siglo había estado encerrada una reina de Castilla.
El obispo de Málaga describió así su horrible cautiverio: “La reina duerme en el suelo, como antes. No se cambia de ropa interior, ni se peina ni se lava la cara. Su falta de higiene es grande, tanto en su rostro como, según dicen, en las demás partes de su cuerpo. Y come en el suelo, en platos de barro, que luego esconde debajo de los muebles. Su vestir es tal que casi no es permitido nombrarlo así. Y todo semejante… Pierde muchas veces la Misa, porque suele almorzar a la hora en que se celebra y no encuentra ocasión de oírla en el resto del día”.
San Francisco de Borja visitó varias veces a Doña Juana desde la Semana Santa de 1552 hasta la de 1554. Fue el único que le llevó consuelo y quien la asistió espiritualmente en el lecho de muerte. En Isabel íntima se esboza la posibilidad de que el santo sospechase de ser la reina víctima en realidad de alguna afectación diabólica…
CONFERENCIA DE JOSÉ MARÍA ZAVALA
Con el título: Isabel la Católica, ¿por qué la falsa "leyenda negra" ha impedido beatificar a la sierva de Dios?, José María Zavala, autor de "Isabel íntima"" (Planeta) impartirá una conferencia hoy lunes, 24 de marzo, a las 19:45 horas, en la Parroquia Nuestra Señora de la Moraleja (Calle Nardo, 44. La Moraleja. Alcobendas. Madrid).
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