A menudo, las oraciones nocturnas se
limitan a recitar un poema o repetir una pequeña oración memorizada.
Sin embargo, estas pueden convertirse en
devociones familiares, si la familia completa se reúne, al lado de la cama del
hijo que se acueste primero.
Cada miembro de la familia hace una sincera
oración espontánea e improvisada. Uno o dos versos de las Escrituras, pueden
ser leídos antes de ese tiempo.
La idea no es que el niño sea obediente al
decir una oración antes de dormir, sino que el corazón del chico se una al de
Dios y al de cada miembro de la familia.
Las oraciones espontáneas e improvisadas,
invitan al chico a compartir su corazón con el Señor.
Cuando cada miembro de la familia ora, el
niño puede vislumbrar el alma de ellos y aprender del ejemplo, cómo
relacionarse con Dios, ofrecerle alabanza, y cómo exponer sus peticiones a un
Padre amoroso.
Concluye esta noche con un altar familiar.
Aun cuando no tengas hijos, es una oportunidad para pasar tiempo con tu Padre
celestial y poner en orden el caos del día.
Él
te ayudará a situar las cosas en su debida perspectiva, para que puedas dormir
en paz.
Mateo 6:6
Más tú, cuando ores… ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público.
Más tú, cuando ores… ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público.
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