Mi muy querida y amada hija, cuán alegre estoy por las respuestas de Mis seguidores, a Mi gran don de una Indulgencia Plenaria, para la total absolución.
Pero qué triste estoy por aquellos corazones ingratos que rechazan Mi don.
Estas almas, fallan en entender que solo Dios Padre, puede aprobar este don de
Indulgencia Plenaria.
Si esta es dada al mundo por Mi Santo Vicario o por Mi, su Divino Salvador, no
es importante.
Lo que es importante es que queda muy poco tiempo para salvar las almas de
la Humanidad.
Para aquellos que cuestionan Mi Palabra, sepan que soy Yo su Divino
Salvador, el que les está hablando desde el Cielo.
¿No aceptan ustedes que Yo existo? ¿Que deseo enviarles un mensaje en
estos los tiempos del fin?
¿Creyeron que Yo los iba a ignorar hasta el Día del Juicio? ¿Que Yo no
prepararía sus almas comunicándome con ustedes de esta manera?
Si creen en Mí, entonces deberían creer en la intervención Divina y si no,
entonces ustedes no han abierto sus corazones.
¿Cómo saben que soy Yo?
Les pido ahora que se sienten y hablen conmigo privadamente. Pídanme la gracia
del Espíritu Santo y Yo, responderé inmediatamente para abrir y purificar sus
almas.
Pongan abajo su armadura y permítanme darles este don especial.
Sepan que Me ofenden cuando rechazan Mis dones. ¿Esto significa, también, que
ustedes rechazarán Mi misericordia?
Inclinen sus cabezas y pidan perdón. Cuando vengan a Mí con humilde gratitud,
Yo les iluminaré con la verdad.
Cuando abran sus ojos a la verdad, lágrimas de entendimiento brotarán y Me
agradecerán, finalmente, por Mi gran don de absolución.
Su Divino Salvador, Jesucristo
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