En un colegio de Italia.
La lucha cruel entre el bien y el mal, San Miguel contra Lucifer, ángeles malvados encadenados por Dios, incendios en los cielos...
Es decir, mucho menos de lo que se transmite en el “horario para adultos” de cualquier canal de la televisión. Pero es suficiente para suspender a una maestra de sus deberes. Tal vez habría bastado una llamada de atención, pero la decisión del director se dejó caer con una dureza apocalíptica.
Un poco de justicia llega inesperadamente. Una carta de la Secretaría de Estado vaticana defiende a la maestra de la escuela “Bombicci” de Boloña, sancionata por una descripción del “Apocalipsis” poco “políticamente correcta” que habría turbado a una niña del primer año de la escuela primaria. En vez de los ángeles tranquilizadores de una estampita votiva, contó, con tonos realistas y «espantosos», cómo eran en las Sagradas Escrituras los que desafían a Dios.
Por este motivo, la maestra fue suspendida y su caso dio la vuelta al mundo. Benedicto XVI, sin tomar una posición sobre el caso, le expresó su estima por una profesión «desarrollada con empeño y dedicación». La maestra había narrado la historia del Arcángel Miguel y de Lucifer usando algunas pinturas. Los familiares de la alumna fueron a contar el episodio (que habría traumatizado a la niña) al director de la escuela. De allí la decisión, sin ni siquiera escuchar la versión de la maestra, de suspender la hora de religión. Quien denunció el caso fue el diputado del partido italiano Popolo della Libertà (Pdl) Fabio Garagnani, que había presentado un apelo para que se restableciera la “legalidad escolar”, estableciendo los límites de las decisiones del director escolar que decidió la suspensión.
La solidaridad más autorizada llega desde el Vaticano para con la maestra acusada de haber espantado a una alumna de 6 años con una lección “fuerte” sobre la caída de los ángeles. «Espero que la carta del Papa – observa Garagnani – aclare de una vez por todas la perfecta ortodoxia católica de la maestra y ponga en evidencia el arbitrio perpetrado por el dirigente escolar, que hasta prueba contraria ha abusado de sus funciones por razones puramente políticas, entrometiéndose en cuestiones que, como la enseñanza de la religión, competen a las autoridades eclesiásticas».
El diputado del Pdl está evaluando los extremos para una denuncia por abuso de autoridad en contra del director escolar, apoyándose en una colecta de firmas en la provincia de Boloña en contra de la ideologización de las escuelas. «A fines de noviembre escribí una carta al Papa para contarle mi situación», explica Cristina Vai, «y agradeciéndole por su heroica batalla contra el espíritu nihilista de estos tiempos».
Ahora, la maestra ha hecho público el texto de la carta, con fecha del 2 de diciembre, que lleva el distintivo de la Secretaría de Estado y la firma de monseñor Peter Brian Wells, asesor para los Asuntos Generales. «Ella quiso dirigir al Santo Padre expresiones de devoto obsequio, informándole sobre la propia profesión de enseñante, desarrollada con empeño y dedicación, y pidiendo, al mismo tiempo, una señal de su cercanía espiritual».
Además, «Su Santidad agradece de todo corazón por el gesto de confianza y por los sentimientos que lo han inspirado y, mientras espera un cada vez más generoso empeño educativo hacia la formación humana y cristiana de las generaciones jóvenes, imparte con el corazón la bendición apostólica [...], que de buena gana extiende a los seres queridos, con un pensamiento particular por los pequeños alumnos». Una comunicación oficial que la maestra de Boloña recibió mediante la Curia de esa ciudad. «Es una cosa maravillosa, que me da mucha paz, ahora siento que no puede pasarme nada malo», exclama la maestra.
Giacomo Galeazi/Vatican Insider
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