Leía tranquilamente el Anacoreta cuando su joven seguidor se le puso delante y le preguntó a bocajarro:
-“¿Qué es más importante, lo humano o lo religioso?”
-“¿Qué es más importante, lo humano o lo religioso?”
El anciano bajó lentamente el libro, en el que precisamente acababa de leer: "Para Jesús es más importante 'lo humano' que 'lo religioso'". Reflexionó unos instantes y respondió:
-“Creo que es un falso dilema. Lo humano no tiene por qué oponerse a lo religioso. Hacemos una serie de asociaciones falsas”
-“Creo que es un falso dilema. Lo humano no tiene por qué oponerse a lo religioso. Hacemos una serie de asociaciones falsas”
Volvió a detenerse para reflexionar. Luego añadió:
-“Asociamos humano a mundano y religión a espiritual. Y la cosa no es tan simple. El evangelio no nos pide abandonar el mundo, sino la 'mundanidad'. Cada línea del evangelio nos muestra a un Jesús preocupado por el hombre, por curarle la lepra, hacer que camine, vea, darle de comer... En cambio lo vemos atacando a la religión cuando es mera fachada, puro ritualismo, cuando ignora al hombre”
-“Asociamos humano a mundano y religión a espiritual. Y la cosa no es tan simple. El evangelio no nos pide abandonar el mundo, sino la 'mundanidad'. Cada línea del evangelio nos muestra a un Jesús preocupado por el hombre, por curarle la lepra, hacer que camine, vea, darle de comer... En cambio lo vemos atacando a la religión cuando es mera fachada, puro ritualismo, cuando ignora al hombre”
Miró sonriendo al joven y concluyó:
-“¿Sabes qué es lo más importante? Un hombre empapado de religiosidad. O, si lo prefieres, una religión empapada de humanidad. Que, al fin y al cabo, eso es la Encarnación...”
-“¿Sabes qué es lo más importante? Un hombre empapado de religiosidad. O, si lo prefieres, una religión empapada de humanidad. Que, al fin y al cabo, eso es la Encarnación...”
El Rincón del Anacoreta
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