Una alma perturbada por mis artículos sobre el demonio... me ataca.
Cada vez que publico algo sobre el demonio, esta alma perturbada escribe sus comentarios - o sea lo que su jefe le manda hacer – esperando que los publique.
Me pregunto: ¿Si te perturban mis artículos sobre tu jefe, para qué los lees? A mí no me vas a perturbar ni asustar con tus comentarios... solo me das pena, pero me gustaría me des tu nombre y apellido para orar por ti. Te aseguro, te doy mi palabra que no los publicaré.
José Miguel Pajares Clausen
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