A la hora de volver a la presencia de Dios se presenta una guerra interna, un ataque a la mente.
Lamentaciones 5:21 dice: “Vuélvenos, oh Yahvé, a ti, y nos volveremos; Renueva nuestros días como al principio”.
”Lamentaciones 5:21 (BAD) dice: “¡Vuélvenos, tráenos de vuelta a Ti! ¡Esa es nuestra única esperanza! ¡Devuélvenos las alegrías que solíamos tener!”
Cada día, más allá de la cantidad de años que tengas en la fe, habrá necesidad de volver a Dios, ¿por qué? Porque Dios es Padre y como nosotros somos su creación su paternidad siempre nos atraerá a Él. Uno de los significados de Padre es Origen, Principio. Es por esto que debe existir en nosotros la necesidad de volvernos a Su Presencia, porque de Su Presencia es de donde salimos (donde fuimos gestados), entonces cuando volvemos a Él, volvemos a nuestro origen, a nuestro principio.
Quiero darle un ejemplo de volver a Su Presencia: Lucas 15:18-20 dice: “Me levantaré e iré a mi padre, y le diré: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti. Ya no soy digno de ser llamado tu hijo; hazme como a uno de tus jornaleros. Y levantándose, vino a su padre. Y cuando aún estaba lejos, lo vio su padre, y fue movido a misericordia, y corrió, y se echó sobre su cuello, y le besó”. No importa por donde camine una persona, siempre en su interior tendrá la necesidad de volver a su origen, a su principio, a su Padre.
Hoy tiene que ser el día de la decisión, como dice esta palabra de Lucas, debemos “levantarnos y volver a casa”.
A través de los años, me he dado cuenta que a las personas les cuesta volver a la Presencia de Dios. Se les presenta una guerra interna que no pueden quebrar, un ataque a la mente entronando pensamientos como:
1.Después de lo que hice, Dios no me puede perdonar.
2. Dios quizás me perdone, pero ya no será como antes.
3. Yo lo traicione a Dios, el confió en mí y yo no le di importancia.
4. no creo que Dios me escuche, nunca pude cambiar lo que me pedía.
5. Ya es tarde…
Estos son algunos de los pensamientos más comunes que se entronan en la mente, pero como cuenta esta historia de Lucas, la respuesta de Dios, no se la esperaba el hijo, así como nosotros quizás no esperaríamos esta respuesta, observemos: “Y cuando aún estaba lejos, lo vio su padre, y fue movido a misericordia, y corrió, y se echó sobre su cuello, y le besó”.
Cuando decimos “es hora de volver, decimos que si estás vivo todavía no es tarde para que vuelvas, Su Presencia es lo que genera transformación total".
Pedro le dijo a Jesús: “Señor, ¿a dónde iríamos? Tú tienes palabras de vida eterna”. (Ju. 6:68)
Para Dios nosotros somos la debilidad mayor de su creación, de tal manera que nos confió a su Hijo, la predicación del evangelio, entre otras cosas, por eso reciba esto y guárdelo en su corazón, "Nunca es tarde para volver a Su Presencia”.
Cuatro áreas en las que debo volver a Su Presencia:
1 tesalonicenses 5:23 dice: “Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo”
1. Debo volver en mi alma: Cuando vuelvo a la Presencia de Dios mi alma, estoy reconciliando mis emociones con Dios. De esta manera puedo alcanzar un equilibrio y tengo la fuerza para renovar mi mente. Es importante volver las emociones a Dios, En ninguna parte de la Biblia dice que borres tus emociones, pero sí dice que Dios te da dominio propio, así que si existen emociones negativas, cuando volves a Dios, esas emociones son controladas por Él.
2. Debo volver mi espíritu: Nuestro espíritu, fue diseñado para ser abrazado por el Espíritu de Dios, una persona que no tiene en su espíritu el abrazo del Espíritu Santo, es una persona muerta en su interior, independientemente de su condición social, o la imagen exterior que represente.
3. Debo volver mi cuerpo: Mi cuerpo es mi traslado en esta tierra, debo volverlo a Dios, para recibir constantemente sanidad, fuerza y rejuvenecimiento. Si bien existe el desgaste biológico normal, conozco muchos casos de envejecimiento prematuro, a causas de no volver su cuerpo, su alma y su espíritu a Dios.
Lo primero que la gente va a ver en nosotros, no es el alma, ni el espíritu, sino nuestro cuerpo, lo exterior, el cuerpo es un constate elemento de evangelización para los demás.
Tres cosas se desataran por volver a Su presencia:
1. Verás cosas más grandes, maravillosas, de las que viste hasta hoy: Esto es real, porque la misma palabra lo dice en el Salmo 84:7 “Irán de poder en poder; Verán a Dios…”
2. Verás abrirse el cielo: Es decir, experimentaremos su hermosura, contemplaremos su rostro, caminaremos viendo la Gloria. Él está contigo, te ama, te acompaña. Para unos los cielos serán de bronce pero para nosotros estarán abiertos y Su Presencia nos dará descanso todos los días.
3. Verás las experiencias espirituales más extraordinarias: Jesús dijo, “Quédense, en pocos días vendrá el Espíritu Santo, caerá sobre ustedes y todo lo que hicimos juntos en tres años y medio será cambiado en bendición, los cielos se abrirán para las cosas grandes”.
Dios ya nos está entrenando; Él se ocupa de nosotros siempre. Tal vez, hoy no veamos nada, pero en cualquier momento vas a ser enviado para que traigas fruto al ciento por uno. ES HORA DE VOLVER A SU PRESENCIA.
Sahir Akel
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