Jesús se quedó en el Santísimo Sacramento para que le encuentre todo el que le busque. Para escucharnos atentamente siempre que queramos hablarle. Y para concedernos infinidad de gracias y favores. Y está presente en todos los altares de mundo donde haya hostias consagradas.
Deja lo que estas haciendo en estos momentos y dedícale un poquito de tu tiempo para adorarlo.
¡Qué bien se está cerca de Ti, Jesús Eucaristía!
Tú eres manantial de santidad,
fuente inagotable de gracias celestiales.
De rodillas, con el corazón abierto, te pido tu bendición.
De rodillas, con el corazón abierto, te pido tu bendición.
Ven a mí, Jesús, y dame tu paz.
Aquí estoy con todos mis pecados del pasado
Aquí estoy con todos mis pecados del pasado
y con toda la ilusión de un porvenir mejor.
Ten compasión de mí, Jesús.
Ten compasión de mí, Jesús.
Quiero ser tu amigo, concédeme el don de tu amistad.
Gracias por escucharme. Sin Ti mi vida no tiene sentido.
Gracias por escucharme. Sin Ti mi vida no tiene sentido.
Ayúdame en mi caminar.
Ayúdame a continuar por este camino del amor...
Ayúdame a serte fiel hasta la muerte.
Te necesito. Ayúdame. Perdóname.
Te necesito. Ayúdame. Perdóname.
Un momento cerca de Ti
vale más que un millón de años fuera de Ti.
Gracias por tu compañía.
Amén.
Amén.
Aprovecha este momento para conversar con Jesús, cuéntale tus problemas, tus tristezas y alegrías, agrádesele las cosas que te ha dado. Háblale con cariño, como a un amigo que sabes que te escucha.
Dispongámonos ahora en este momento a recibir espiritualmente a Jesús sacramentado en nuestros corazones y en nuestra vida.
Creo, Jesús mío, que estás real y verdaderamente
en el cielo y en el Santísimo Sacramento del Altar.
Te amo sobre todas las cosas
Te amo sobre todas las cosas
y deseo vivamente recibirte dentro de mi alma
pero no pudiendo hacerlo ahora sacramentalmente,
ven al menos espiritualmente a mi corazón.
Y como si ya te hubiese recibido,
Y como si ya te hubiese recibido,
te abrazo y me uno del todo a Ti.
Señor, no permitas que jamás me aparte de Ti.
Amén.
Jesús mío, échame tu bendición antes de salir,
Amén.
Jesús mío, échame tu bendición antes de salir,
y que el recuerdo de esta visita,
persevere en mi memoria y me anime amarte más y más.
ALABADO, ADORADO Y AMADO,
ALABADO, ADORADO Y AMADO,
SEAS JESÚS EN EL SANTÍSIMO SACRAMENTO DEL ALTAR.
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