Hola a todos, me llamo José Antonio. Quiero comentarles algo que yo veo inexplicable... me gustaría leer sus opiniones.
Mi tía Julia y mi mamá Rosa, hace poco han fallecido en una fecha muy cercana (20 días una de otra) y todo ha sido tan seguido y doloroso para la familia de perder dos seres tan queridos, que recién me estoy reponiendo del dolor pero les paso a contar la historia de como estas dos hermanas estuvieron juntas hasta la muerte.
Mi tía Julia nació en el año 1923 de una familia muy humilde, criada con mi abuela Elisa y mi tía abuela Dolores (también fallecidas). Luego de 8 años nació mi mamá Rosa en el año 1931, y desde entonces, dadas las carencias económicas, mi tía Julia desde pequeña tuvo que criar a mi mamá Rosa porque mi abuela siempre iba a trabajar.
Desde ahí empieza la unión de estas dos hermanas. Mi tía me contaba que siempre que sacaba a mi mamá en brazos, le decía la gente... “¿que, tan joven tiene Ud. su hijita?”. Mi tía siempre fue como una madre para mi mamá, ya que la llevaba al colegio, y siempre han vivido juntas en la misma casa, separándose solamente cuando mi mamá viajaba o tenia que trabajar.
Cuando yo nací y tuve uso de razón, siempre compartí momentos maravillosos siempre con las dos juntas, ya que iban a las reuniones de mi colegio juntas (ya que nunca tuve un padre al lado), cocinaban juntas, iban al mercado juntas... etc., y siempre su vida las marcó por un espíritu de hermandad y unión único, inclusive en las fotos familiares antiguas de blanco y negro, siempre se les vio juntas en todo momento y acontecimiento. Mi tía fue una madre y hermana para mi mamá toda la vida.
Hace siete años ellas entraron a un grupo de oración de la parroquia de mi barrio "Humildad", las dos siempre iban juntas a rezar a Dios, a misa, e inclusive mis primos y yo, les pusimos el apodo cariñoso de "las hermanas perpetuas", sin imaginar que ocurriría más adelante.
Cuando mi tía Julia cae mal, mi mamá Rosa también cayó mal, ya que el sufrimiento de ver a su hermana postrada en cama, le provocó una demencia senil y poco a poco fue decayendo. Mi tía tuvo 4 infartos cerebrales y mi mamá sufría cada vez que ella iba a parar al hospital... las dos iban sufriendo juntas y enfermándose lentamente dada la vejez y sus respectivas enfermedades. Es así que los primeros días de mayo de este año mi tía cae muy mal, pero antes de ser llevada al hospital sucedió un hecho extraño. Mi mamá Rosa en su silla de ruedas se acerca a mi tía, le da la mano para despedirse e irse a su cuarto y mi tía Julia sufre un desmayo, luego del cual fue llevada a ESSALUD, sin que para esto mi mamá Rosa sepa. Ya en el hospital mi primo Arturo (hijo de mi tía Julia) siempre me decía cuando yo iba en horas de la noche, que durante el día mi tía llamaba mucho a mi mamá... ¡Rosa... Rosa...! y por otro lado la empleada de la casa me decía que mi mamá en las noches, a pesar de su demencia senil, preguntaba por su "hermanita Julia", todos los días.
Es así que un 18 de mayo mi tía Julia a las 10 a.m. deja de existir, y cuando es llevada a ser velada a la casa, mi mama sin saber, sufre un ataque de nervios que nos asusto a todos, y esa noche se podría decir que no durmió, preguntaba por su hermana sin saber que ella ya había muerto, estaba muy desesperada y se podía percibir que ella sintió su muerte; lógicamente nunca supo de ello realmente, aunque seguro que en su mente ya estaba ese hecho. Mi mama fue empeorando y también fue llevada al hospital, luego a una clínica y durante ese tiempo las señoras que la cuidaban me decían a mi y a mi esposa, que mi mama casi todo el día preguntaba por su hermana Julia, y para engañarla le decían que estaba bien en casa.
Inclusive un hecho que nos causó extrañeza fue que cuando hablábamos con ella, no nos miraba a los ojos sino a la puerta como si estuviera hablando con alguien más, y nos decía que su hermana Julia la había ido a visitar en la mañana... pensábamos que se trataba parte de su demencia senil pero no fue así. Debo acotar antes de contar lo increíble, que mi tía Julia fue enterrada en el Cementerio General de la Apacheta en el Pabellón San Vicente Nro. 1740.
El día siete de junio de este año mi mama sufre una complicación generalizada y también deja de existir; yo días antes había hecho contrato con una funeraria para que mi mama sea enterrada "a lo grande" en el cementerio Jardines de la Paz de Arequipa, sin embargo falleció mi mamá; llamé insistentemente a la señora encargada, misteriosamente su celular estaba apagado y apagado... llegaron mis familiares y me dijeron que mi tía había querido siempre estar enterrada con su hermana (hecho que yo desconocía) así que llamamos a la misma funeraria que se enterró mi tía, y coincidentemente había un ataúd igual al que fue enterrado mi tía... sin dudar lo escogí, mi mamá también se veló en mi casa en el mismo sitio que su hermana. Al día siguiente que es el entierro, grande fue nuestra sorpresa que siete filitas más allá de la tumba de mi tía Julita, se encontraba el nicho preparado para mi mamá: Cementerio General de la Apacheta en el Pabellón San Vicente Nro. 1747 (habiendo más de 1,000 nichos aún hábiles en el cementerio); eso conmovió a todo el mundo que se puso a llorar y decían: “MILAGRO DE DIOS, las dos hermanas están juntas hasta la muerte”; y pues así es, están en la misma fila del mismo pabellón de tan inmenso cementerio. Dios les reservo un sitio para que estén juntas como ellas siempre habían querido.
No es casualidad lo del celular apagado, no es casualidad lo del mismo ataúd, no es casualidad lo del velorio de las dos en la misma forma... ahhhh me olvidaba, hasta el mismo Padre hizo las dos misas de cuerpo presente para las dos, todo fue igual y ahora las dos seguramente están en el cielo descansando de todo dolor y sufrimiento, al lado de nuestro Señor y juntas como siempre quisieron.
Cabe mencionar que las dos murieron con los sacramentos, con la Medalla-Cruz de San Benito de Abad que les compré, y mi mamá, además, con el Escapulario de la Virgen del Carmen, así que estoy tranquilo de haber cumplido hasta el final como hijo de las dos, y con la tranquilidad que ellas están juntas ahora en el cielo. DIOS lo quiso así, las casualidades NO EXISTEN, las supersticiones mucho menos, sólo me queda de enseñanza que cuando dos personas son buenas, se quieren mucho y siempre han estado unidas, de una u otra forma estarán juntas hasta el fin de los tiempos, creo que si cuento a otros esta historia no lo creerían, pero quiero dar mi testimonio para que vean que una hermandad, un cariño, una unión, si van de la mano, juntas hasta la muerte.
Dios las tenga en su reino a mi tía Julia Mariño Guillen, y mi madre Rosa Estela Guerra Guillen.
Atte. JAPG Arequipa – Perú
17 de Junio 2009
1 comentario:
Hermano José Antonio, se ve que tienes mucho amor a Dios y a las personas que te rodean... ahora es tiempo que continues con tu vida... gracias a Dios tu mamá y tu tía están en el cielo... recuerda que la Virgen prometió a los que lleven su Escapulario, que los sacaría lo más pronto posible del Purgatorio.
Bendiciones por casa.
Hermano José
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