Así conocía la gente de Nazaret a Jesús. El hijo del obrero. José, del que no aparece ninguna palabra en los evangelios. José, que sólo lo encontramos en la infancia de Jesús y no aparece en la vida pública. José, el obrero que protege a Jesús, que lo cuida, que se preocupa cuando lo cree perdido en Jerusalén. José, la persona sencilla que acepta a María, no queriéndola denunciar primero y acogiéndola aunque no entiende nada. Jesús, en su niñez y adolescencia, aprendió de José el trabajo, la sencillez, la generosidad... Esa es la fiesta que celebramos hoy.
Al margen de las manifestaciones sindicales y actos políticos, hoy, José, es la figura del trabajador con sueldo mínimo; del trabajador en paro; del que lucha cada día para sacar adelante su familia; del desahuciado...
En estos tiempos de crisis, la figura de José representa a todas esas personas buenas, que lo dan todo por su familia. Hay mucho José obrero en nuestra sociedad.
Joan Josep Tamburini
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