viernes, 22 de febrero de 2013

LAS LLAVES DEL REINO


"Cuando Jesús llegó a la región de Cesarea de Filipo preguntó a sus discípulos:

– ¿Quién dice la gente que es el Hijo del hombre?

Ellos contestaron:

– Unos dicen que Juan el Bautista; otros, que Elías, y otros, que Jeremías o algún profeta.

–Y vosotros, ¿quién decís que soy? – les preguntó.

Simón Pedro le respondió:

– Tú eres el Mesías, el Hijo del Dios viviente.

Entonces Jesús le dijo:

– Dichoso tú, Simón, hijo de Jonás, porque ningún hombre te ha revelado esto, sino mi Padre que está en el cielo. Y yo te digo que tú eres Pedro, y sobre esta piedra voy a edificar mi iglesia; y el poder de la muerte no la vencerá. Te daré las llaves del reino de los cielos: lo que ates en este mundo, también quedará atado en el cielo; y lo que desates en este mundo, también quedará desatado en el cielo."

Jesús pregunta quién es Él. Le responden con personajes del Antiguo Testamento. Pedro se sitúa ya en el Nuevo: "Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo". El haber dado ese paso hacia adelante, hace que Jesús le elogie porque ha escuchado al Padre y le dice que sobre él construirá su iglesia.

El término utilizado en el evangelio es "ecclesia", que se traduce por comunidad. Jesús está refiriéndose a la comunidad de los que van a seguirlo a lo largo de la historia, de todos sus discípulos. Los que hemos transformado esta comunidad en una estructura compleja, hemos sido los hombres, tras Constantino. Los que hemos transformado la Comunidad de Jesús en comunidades encontradas, somos los hombres con nuestro egoísmo y nuestro orgullo, confundiendo Reino de Amor con reino de poder.

Demasiadas veces olvidamos la continuación de este texto. Tras los elogios de Jesús, cuando explica su futuro, su Pasión y muerte, Pedro no lo acepta y es calificado de Satanás. Quién todo lo podía por seguir a Jesús, se ve ahora rechazado por no aceptarlo tal cual es.

El mensaje que hoy nos ha de quedar claro, es:

. Es mediante la oración, escuchando al Padre que podremos saber quién es Jesús para poder seguirlo.

. Para formar parte de su Comunidad, de su Iglesia, hemos de aceptar su vida y seguirlo. No podemos hacer un Jesús a medida.

. Las llaves del Reino, lo que nos permitirá cambiar este mundo, es esa aceptación de Jesús que se entrega por todos los hombres, no el poder y la pompa.

Joan Josep Tamburini

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