JESÚS HABLA

La intervención de Mi Padre ya ha comenzado y Su ira sacudirá la Tierra

Martes, 29 de enero del 2013, a las 23:10 hrs.

Mi muy querida y amada hija, la destrucción de la vida humana por manos de aquellos, que no honran la importancia de este Don de Dios, está aumentando. La ira de Mi Padre, por este abominable pecado, ha llegado a tal punto, que Sus rugidos (*) pueden ser oídos a través de los Cielos.

La Mano de Su Cólera echará afuera este mal, mientras El arrancará a aquellos hombres perversos y los destruirá. Por cada hombre sacrificado como un animal, Mi Padre lanzará al perpetrador al fuego del Infierno.

Por favor sepan que, mientras las guerras se intensifican, la perversidad entre aquellos dictadores será desafiada. Ellos serán eliminados y tendrán que ver con la Justicia, que atraerán sobre ellos mismos.

El hombre no puede ver lo que Yo puedo ver. Ellos no conocen la extensión del mal, que da como resultado la destrucción de la vida, la destrucción de la Tierra y la persecución de los hombres, por sus compañeros hermanos y hermanas.

La intervención de Mi Padre ya ha comenzado y Su ira sacudirá la Tierra. ¡Suficiente! El fracaso del hombre en aceptar la Verdad de la Existencia de Dios, está en la raíz de este mal. El hombre juega con la vida, como si controlara todo lo que está sobre la Tierra, sobre la cual él no tiene autoridad. Este mal no se puede permitir que continúe. Este será tratado y el temor de Dios será sentido por aquellos que no aceptan sus Leyes.

Su Jesús

(*) Joel 4, 16: El Señor ruge desde Sión, hace oír su voz desde Jerusalén, y el Cielo y la Tierra se estremecen. Pero el Señor será un refugio para su pueblo, una fortaleza para los israelitas.

Oseas 11, 10: Irán detrás del Señor, y él rugirá como un león; cuando él ruja, acudirán sus hijos de occidente.

Amós 1,2: Dijo: El Señor ruge desde Sión y hace oír su voz desde Jerusalén; los pastizales de los pastores están de luto y la cumbre del Carmelo se seca.

Amós 3,6-8: ¿Sonará la trompeta en la ciudad sin que el pueblo se alarme? ¿Sucederá en la ciudad una desgracia sin que el Señor la haya causado? Porque el Señor Dios no hace nada sin que manifieste su plan a sus siervos los profetas. El león ruge; ¿quién no temerá? El Señor Dios habla; ¿quién no profetizará?

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