Unas imágenes de significado incierto.
"Disculpadme, hoy mis ojos no funcionan bien", dijo tras lo que pudo ser un amago de desvanecimiento.
¿Ha tenido un leve amago de desvanecimiento el Papa durante las palabras que leyó antes del rezo del Angelus en esta festividad de Todos los Santos? Al principio de su alocución, da la impresión de irse ligerísimamente hacia atrás. Seguidamente levanta un poco la mano como para tranquilizar a las personas que tiene detrás, y sigue leyendo, pero se interrumpe como si hubiese perdido el hilo de la lectura y dice: "Disculpadme, hoy mis ojos no funcionan bien". Y continúa la lectura sin mayores problemas hasta el final.
El pequeño gesto ha generado cierta preocupación dada la avanzada edad de Benedicto XVI, quien cumplió en abril 85 años, y la intensa agenda de las últimas semanas con el inicio del Año de la Fe y el Sínodo de la Nueva Evangelización.
ReL
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