Thomas Merton, en su libro "La Montaña de los
Siete Círculos", escribió:
"¡Pero cuán lejos tengo que ir para encontrarte a
Ti, a quien ya he llegado!"
En momentos profundos de silencio. Cuando meditamos en
la soledad..., descubrimos de pronto, que ese Dios que andamos buscando, por el
que hemos recorrido miles de kilómetros, en el que hemos dedicado muchas horas
de búsqueda, ya lo tenemos. Está desde siempre ahí, en el centro de nuestro
corazón. Pero nos es más fácil buscar en el exterior, realizar mil actividades,
que quedarnos quietos y descubrir que ya está con nosotros. Se trata de seguir
el camino que nos lleva al centro de nuestro corazón.
Más que
buscarlo, se trata de dejarse encontrar por Él...
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