Jennifer Case: «Jesús salvó mi vida».
«Si ustedes están viendo pornografía o son adictos a ella, están tratando de llenar un vacío interior que sólo Dios puede llenar», advierte.
La medicina ha añadido ya a su lista de adicciones, encabezada por las consabidas a las drogas y al alcohol, la del sexo. Su poderosa industria esconde tras de sí, el drama de no pocas personas cuyas vidas han quedado seriamente comprometidas. Arruinadas en muchos casos. Sin embargo, “sanarse” de esta patología y transformar la propia vida es una empresa realizable.
Ese es el caso de Jennifer Case, una ex actriz porno que abandonó este “pervertido y pervertidor” negocio hace tres años gracias a Jesucristo y que hoy, aún en la lucha por recuperarse de sus devastadores efectos, ayuda a que muchos dejen la adicción.
Case no esconde el grave daño que el porno ha causado en su vida. En una entrevista concedida a “The Porn Effect”, revela que fue traumatizada, abusada, oprimida y que estuvo enredada en drogas. Incluso físicamente se contagió de enfermedades de transmisión sexual: “Abandoné Hollywood porque me enfermé con clamidia. Me dolía tanto mi abdomen que tuve que volver a casa”.
¿Es posible salir?
Preguntada sobre cómo pudo recuperarse de los efectos que su “profesión” dejó en ella, Case responde que “la única manera en que yo pude recuperarme de aquello es teniendo a Dios en mi vida. Dios me da la esperanza que no tenía antes”. Tras admitir que los últimos años “han sido duros, pero que han valido la pena”, revela los elementos clave de la fórmula para salir del problema: “el constante apoyo de los demás, la oración, la Palabra de Dios, y mucho amor”.
“Lo más difícil - admite en la entrevista - ha sido tratar de romper los viejos hábitos y tratar de tener un ‘trabajo real’. Se trata de aprender una nueva forma de vida, una mejor manera de vivir. Creo que mi recuperación es una cosa permanente y que toma mucho tiempo. Estuve metida en eso muchos años y había una gran cantidad de daño causado. Hoy sé mucho más acerca del porno que cuando lo estaba haciendo”.
“Jesús salvó mi vida, su amor es increíble”
Jennifer Case reconoce que “Jesús era la única manera en la que podía salir y permanecer fuera para siempre”.
“Jesús salvó mi vida. Su amor es increíble. Nunca había experimentado el amor de esa manera. Fue tan intenso que a veces me duele. Mi mente está siendo renovada todos los días por Él. Todas las mentiras que rigieron mi vida están siendo reemplazadas por la verdad, por la Palabra de Dios. Me había dado cuenta de que Dios era mi padre y que me cuidaría. Él comenzó a arreglar las cosas que se habían roto en mí”, señala.
“También creo que ahora soy una mejor madre por todo esto. Yo no habría hecho nada de esto si no fuera por mi hijo pequeño. Quiero que sepa la verdad sobre la pornografía y cómo tratar a las mujeres con respeto”, agrega.
Una sanación que dura toda la vida.
A pesar de los grandes logros, Jennifer es realista y asegura que Dios aún no ha terminado su trabajo con ella. “No creo que Él ya lo haya terminado. Él todavía está trabajando en mí”.
“Creo que la parte más difícil ha terminado, pero todavía tengo que sanarme y es probable que ello tome el resto de mi vida. He aprendido a vivir una nueva forma de vida y he estado aprendiendo cómo Dios trabaja. Una de las cosas que más sanan es ayudar a otros afectados por el porno. Llegar a los demás me ayuda a sanar. El amor de Dios llena ese vacío ahora. Cuando yo estaba atrapada en el porno m dije a mi misma que si alguna vez salía (yo pensé que nunca) que me gustaría tratar de ayudar a las mujeres de ese mundo. No había ayuda alguna para mujeres como yo. Soy una apasionada de ello”, agrega.
“Por favor, dejen de mirar pornografía”.
Y sí que lo es. Case no se cansa de advertir, denunciar y, sobre todo, alentar a los que experimentan la esclavitud de esta adicción. “Hombres, ¡Dios los ama! Yo también los quiero y siempre rezaré por todos ustedes, para que se rompan las cadenas”, dice. “Ustedes son esclavos de la pornografía tanto como cualquier estrella del porno”.
“Si ustedes –continúa– están viendo pornografía o son adictos a ella, están tratando de llenar un vacío interior que sólo Dios puede llenar. Siempre que ustedes ven pornografía, están haciendo que el vacío sea más grande y destruirán sus vidas”.
La ex estrella les pide que consideren que “hay una persona real al otro lado de las imágenes que ustedes están viendo, y que ustedes están destruyendo su vida y las vidas de sus hijos”. El porno es “una droga, un veneno y una mentira”, advierte.
“Cada película porno tiene la hija de alguien en ella. ¿Y si fuera su niña? ¡En realidad, ustedes pueden estar asistiendo a la muerte de alguien! Actrices y actores pornos mueren todo el tiempo de SIDA, de sobredosis de drogas, a causa de suicidios, etc. Por favor, dejen de mirar pornografía”.
Y si alguien cree que la oscuridad es su destino, Case asegura que “Dios los llevará a la luz para detenerlos y sanarlos”.
Gilberto Perez/ReL
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