La Iglesia no te obliga a creer que existieron en realidad... no es un acto de fe.
Hace varios años, en una de las charlas que recibió nuestro grupo de parte del Teólogo Moral de nuestra Parroquia, nos enteramos que los Reyes Magos había sido un cuentito. Ahora a aparecido un libro que nos habla sobre lo mismo.
Mateo en sus Evangelios es el único que los nombra, como también es el único que nombra la matanza de los primogénitos. Era una época en que se hablaba mucho de astrología y magia, y Mateo, que era judaizante, trató de explicar de alguna forma sencilla, simbólicamente, la adoración al recién nacido, para que su prédica pudiera llegar fácilmente a los judíos recién convertidos al cristianismo, que creían en todas esas cosas que estaban de moda en esa época... algo así como Adán y Eva, la culebra y la manzana.
Para Mateo, los Tres Reyes Magos, simbolizaban a la mayor parte del mundo habitado de esa época que llegaron a rendir culto al Dios nacido, aunque en realidad, los únicos que se acercaron al pesebre fueron pastores, que al enterarse que había una madre por parir, se acercaron solidariamente para ver en qué podían ayudar. Lo demás es un bonito cuento que se fue quedando y convirtiéndose en tradición, el cual fue cambiando por épocas, porque primero se hablaba de cuatro magos, luego de tres; de que llegaron en camellos, luego en dromedarios y hasta en caballos; se hablaba de magos, luego de reyes magos... lo único que ha traído esta tradición es una gran comercialización de la fiesta y las puertas abiertas a los magos, brujos y hechiceros que se amparan en esta fábula para ejercer.
José Miguel Pajares Clausen
05-01-2011
05-01-2011
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