Marchas contra la reforma de la Ley de Blasfemias.
Tanto partidos como grupos islámicos agitan la calle en llamamiento a la manifestación en Islamabad.
Bajo el lema «salvar Pakistán» los islamistas radicales van a incendiar el país. Varios partidos islámicos y organizaciones religiosas han convocado una gran marcha desde Islamabad hasta Lahore para el próximo sábado, con la que protestarán contra la derogación de Ley de la Blasfemia y la liberación de la cristiana Asia Bibi.
Los protestantes acudirán de todas las partes del país y viajarán a Islamabad en trenes especiales y autobuses que han organizados estos grupos islamistas. La multitud se concentrará en la tumba de Bari Imam y desde allí marcharán hacia Lahore en microbuses u otros transportes públicos. Más de mil voluntarios del influyente movimiento Sunna Ittihat se han desplegado por diferentes localidades del Punjab para proveer seguridad a los manifestantes. Asimismo, la organización islámica se ha provisto de tiendas de campaña y kits de cocina para alojar a sus seguidores en los campamentos que están instalando a lo largo de la carretera general, que conduce desde Rawalpindi hasta Lahore.
En declaraciones a LA RAZÓN, Sahib Zada Fasal Karim, líder del grupo y miembro del Parlamento, aseguró que esperan reunir a cientos de miles de personas para apoyar sus demandas al Gobierno. «No estamos dispuestos a tolerar que se viole la ley paquistaní», advirtió el líder islamita, que amenazó con «contundentes represalias» si el primer ministro, Yusuf Razá Guilani, o el presidente, Asif Zardari, «no detiene de inmediato» la liberación de Bibi.
A su juicio, Zardari no tiene «el poder» de otorgar el perdón a un condenado por blasfemia, porque estos delitos «únicamente los puede juzgar la Sharia o el Tribunal Supremo». «No vamos a apoyar a un Gobierno que incumple las leyes», insistió, antes de agregar que la ley sobre la blasfemia «tuvo el apoyo total de la Asamblea Nacional» y que se hizo «para proteger a los musulmanes y el honor de nuestro Profeta», argumentó el líder de Sunna Ittihat.
«Esa mujer es culpable porque así lo dice la ley paquistaní, pero ciertos representantes del Gobierno han decidido actuar por su cuenta, violando la Constitución», esgrimió el parlamentario islamista, en referencia al gobernador de la Provincia de Punjab, Salam Tasser, y el ministro de Justicia de Punjab, Rana Sanaullah. Fasal Karim explicó que varios miembros de la Asamblea Nacional han presentado una moción contra Tasser y Sanaullah para que sean inhabilitados de sus funciones.
A las críticas contra Zardari y su gobierno se sumaron ayer el muftí Muneer Ur Rehman, el clérigo de Lahore Hafiz Ibtisam Elahi Zaheer. Para el líder religioso, el perdón a Bibi supondría una «negligencia penal» que desembocaría en una situación de tensión interreligiosa.
Por ahora, Bibi no podrá ser ejecutada, porque antes será necesario esperar el visto bueno del Tribunal Supremo de Pakistán.
Ethel Bonet/La Razón
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