CIUDAD DEL VATICANO, viernes 26 de noviembre de 2010 (ZENIT.org).-Benedicto XVI exhortó a los comunicadores católicos a servir a la verdad, presentando las razones de la fe y ayudando a interpretar la realidad desde el punto de vista evangélico.
Lo hizo al recibir en audiencia a los participantes en la Asamblea de la Federación Italiana de Semanarios Católicos (FISC), este viernes en la Sala Clementina del Palacio Apostólico.
“La verdad, de la que el hombre está sediento, es una persona: el Señor Jesús - explicó -. En el encuentro con esta Verdad, en conocerla y amarla, encontramos la verdadera paz, la verdadera felicidad”.
“La misión de la Iglesia consiste en crear las condiciones para que se realice este encuentro del hombre con Cristo”, destacó.
Dirigiéndose a los directores y colaboradores de las 188 cabeceras periodísticas católicas representadas en la FISC, indicó que “colaborando en esta tarea, los órganos de información están llamados a servir con valor a la verdad, para ayudar a la opinión pública a mirar y a leer la realidad desde un punto de vista evangélico”.
“Se trata de presentar las razones de la fe, que, en cuanto tales, van más allá de cualquier visión ideológica y tienen pleno derecho de ciudadanía en el debate público”, explicó.
Y añadió: “De esta exigencia nace vuestro compromiso constante de dar voz a un punto de vista que refleje el pensamiento católico en todas las cuestiones éticas y sociales”.
Reto cultural.
“Sabéis bien que, en el contexto de la postmodernidad en el que vivimos, uno de los retos culturales más importantes implica el modo de entender la verdad”, dijo a los representantes de medios católicos, entre ellos muchas publicaciones diocesanas.
“La cultura dominante, la más difundida en el areópago mediático, se coloca, respecto a la verdad, con una actitud escéptica y relativista, considerándola igual que las simples opiniones y considerando, en consecuencia, como posibles y legítimas muchas 'verdades'”, prosiguió.
“Pero el deseo que hay en el corazón del hombre atestigua la imposibilidad de contentarse con verdades parciales”, constató.
Benedicto XVI indicó que la función peculiar de los periódicos de inspiración católica es “anunciar la Buena Nueva a través de la narración de los hechos concretos que viven las comunidades cristianas y de las situaciones reales en las que se insertan”.
Y propuso una comparación evangélica: “Como una pequeña cantidad de levadura, mezclado con la harina, hace fermentar toda la masa, así la Iglesia, presente en la sociedad, hace crecer y madurar lo que en ella hay de verdadero, de bueno y de bello”.
“Vosotros tenéis la tarea de dar cuenta de esta presencia, que promueve y fortifica lo que es auténticamente humano y que lleva al hombre de hoy el mensaje de verdad y de esperanza del Señor Jesús”, dijo el Papa a los periodistas y representantes de medios de comunicación presentes.
El Pontífice les exhortó “a proseguir en vuestro servicio de informar sobre las vicisitudes que marcan el camino delas comunidades, sobre su vida cotidiana, sobre las muchas iniciativas caritativas y benéficas que estas promueven”.
“Seguid siendo periódicos de la gente, que intenten favorecer un diálogo auténtico entre los diversos componentes sociales, palestras de confrontación y de debate leal entre opiniones distintas”, les pidió.
Y aseguró que así, “los periódicos católicos, mientras llevan a cabo la importante tarea de informar, realizan, al mismo tiempo, una insustituible función formativa, promoviendo una inteligencia evangélica de la realidad compleja, como también la educación de conciencias críticas y cristianas”.
“Con ello respondéis” al “desafío educativo, la necesidad de dar al pueblo cristiano una formación sólida y robusta”, destacó.
¿Cómo llevar la Verdad?.
Benedicto XVI quiso explicar también a los comunicadores presentes que “para llevar a término vuestra importante tarea, debéis ante todo cultivar un vínculo constante y profundo con Cristo”.
“¡Sólo la comunión profunda con Él os hará capaces de llevar al hombre de hoy el anuncio de la Salvación!”, exclamó.
En este sentido, deseó que “en la laboriosidad y en la dedicación a vuestro trabajo sepáis dar testimonio de vuestra fe” y exhortó: “Seguid manteniéndoos en la comunión eclesial con vuestros pastores”.
Con la asamblea de la FISC, los directores y colaboradores de las cabeceras católicas manifiestan su fidelidad a la Iglesia y a su magisterio, según el Papa, que aprovechó para agradecer a la Federación su apoyo a la colecta del Óbolo de San Pedro y a las iniciativas benéficas promovidas y sostenidas por la Santa Sede.
La Federación Italiana de Semanarios Católicos reúne a los semanarios diocesanos y a los diversos órganos de prensa de inspiración católica de toda la península italiana.
Surgió en 1966 para responder a la exigencia de desarrollar sinergias y colaboraciones, dirigidas a favorecer la preciosa tarea de dar a conocer la vida, la actividad y la enseñanza de la Iglesia, recordó hoy el Papa.
Creando canales de comunicación entre los diversos órganos de la prensa local, diseminados por toda Italia, se quiso responder a la exigencia de promover la colaboración y de dar una cierta estructura a los diversos potenciales intelectuales y creativos, precisamente para aumentar la eficacia y la penetración del anuncio del mensaje evangélico.
Lo hizo al recibir en audiencia a los participantes en la Asamblea de la Federación Italiana de Semanarios Católicos (FISC), este viernes en la Sala Clementina del Palacio Apostólico.
“La verdad, de la que el hombre está sediento, es una persona: el Señor Jesús - explicó -. En el encuentro con esta Verdad, en conocerla y amarla, encontramos la verdadera paz, la verdadera felicidad”.
“La misión de la Iglesia consiste en crear las condiciones para que se realice este encuentro del hombre con Cristo”, destacó.
Dirigiéndose a los directores y colaboradores de las 188 cabeceras periodísticas católicas representadas en la FISC, indicó que “colaborando en esta tarea, los órganos de información están llamados a servir con valor a la verdad, para ayudar a la opinión pública a mirar y a leer la realidad desde un punto de vista evangélico”.
“Se trata de presentar las razones de la fe, que, en cuanto tales, van más allá de cualquier visión ideológica y tienen pleno derecho de ciudadanía en el debate público”, explicó.
Y añadió: “De esta exigencia nace vuestro compromiso constante de dar voz a un punto de vista que refleje el pensamiento católico en todas las cuestiones éticas y sociales”.
Reto cultural.
“Sabéis bien que, en el contexto de la postmodernidad en el que vivimos, uno de los retos culturales más importantes implica el modo de entender la verdad”, dijo a los representantes de medios católicos, entre ellos muchas publicaciones diocesanas.
“La cultura dominante, la más difundida en el areópago mediático, se coloca, respecto a la verdad, con una actitud escéptica y relativista, considerándola igual que las simples opiniones y considerando, en consecuencia, como posibles y legítimas muchas 'verdades'”, prosiguió.
“Pero el deseo que hay en el corazón del hombre atestigua la imposibilidad de contentarse con verdades parciales”, constató.
Benedicto XVI indicó que la función peculiar de los periódicos de inspiración católica es “anunciar la Buena Nueva a través de la narración de los hechos concretos que viven las comunidades cristianas y de las situaciones reales en las que se insertan”.
Y propuso una comparación evangélica: “Como una pequeña cantidad de levadura, mezclado con la harina, hace fermentar toda la masa, así la Iglesia, presente en la sociedad, hace crecer y madurar lo que en ella hay de verdadero, de bueno y de bello”.
“Vosotros tenéis la tarea de dar cuenta de esta presencia, que promueve y fortifica lo que es auténticamente humano y que lleva al hombre de hoy el mensaje de verdad y de esperanza del Señor Jesús”, dijo el Papa a los periodistas y representantes de medios de comunicación presentes.
El Pontífice les exhortó “a proseguir en vuestro servicio de informar sobre las vicisitudes que marcan el camino delas comunidades, sobre su vida cotidiana, sobre las muchas iniciativas caritativas y benéficas que estas promueven”.
“Seguid siendo periódicos de la gente, que intenten favorecer un diálogo auténtico entre los diversos componentes sociales, palestras de confrontación y de debate leal entre opiniones distintas”, les pidió.
Y aseguró que así, “los periódicos católicos, mientras llevan a cabo la importante tarea de informar, realizan, al mismo tiempo, una insustituible función formativa, promoviendo una inteligencia evangélica de la realidad compleja, como también la educación de conciencias críticas y cristianas”.
“Con ello respondéis” al “desafío educativo, la necesidad de dar al pueblo cristiano una formación sólida y robusta”, destacó.
¿Cómo llevar la Verdad?.
Benedicto XVI quiso explicar también a los comunicadores presentes que “para llevar a término vuestra importante tarea, debéis ante todo cultivar un vínculo constante y profundo con Cristo”.
“¡Sólo la comunión profunda con Él os hará capaces de llevar al hombre de hoy el anuncio de la Salvación!”, exclamó.
En este sentido, deseó que “en la laboriosidad y en la dedicación a vuestro trabajo sepáis dar testimonio de vuestra fe” y exhortó: “Seguid manteniéndoos en la comunión eclesial con vuestros pastores”.
Con la asamblea de la FISC, los directores y colaboradores de las cabeceras católicas manifiestan su fidelidad a la Iglesia y a su magisterio, según el Papa, que aprovechó para agradecer a la Federación su apoyo a la colecta del Óbolo de San Pedro y a las iniciativas benéficas promovidas y sostenidas por la Santa Sede.
La Federación Italiana de Semanarios Católicos reúne a los semanarios diocesanos y a los diversos órganos de prensa de inspiración católica de toda la península italiana.
Surgió en 1966 para responder a la exigencia de desarrollar sinergias y colaboraciones, dirigidas a favorecer la preciosa tarea de dar a conocer la vida, la actividad y la enseñanza de la Iglesia, recordó hoy el Papa.
Creando canales de comunicación entre los diversos órganos de la prensa local, diseminados por toda Italia, se quiso responder a la exigencia de promover la colaboración y de dar una cierta estructura a los diversos potenciales intelectuales y creativos, precisamente para aumentar la eficacia y la penetración del anuncio del mensaje evangélico.
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