domingo, 14 de febrero de 2010

DÍA DEL AMIGO - 14 DE FEBRERO


Gracias a un argentino, el Doctor Febbraro, que tomó la llegada del hombre a la luna como un motivo de unidad mundial, cada año podemos celebrar este día junto con nuestros seres queridos, esto se ha ido extendiendo a más de 100 países del globo.

Esta conmemoración produce algunos síntomas propios de esa necesidad de comunicación que nos ataca en esta fecha, por ejemplo: la caída de los sistemas informáticos y telefónicos como consecuencia de los mensajes de texto; el derrumbe de los servicios de mail, como así mismo de otros servicios que hacen al acercamiento entre las personas. Las emisoras de radio aprovechan la ocasión para realizar sus promociones y atraer a los más jóvenes, y los lugares con espacios de reunión se ven colmados y reservados con varios días de antelación, sin que haya virus que aplaque esta tendencia.

Por estas latitudes se hace complicado circular en este día en particular, ya que todos salimos a la calle con nuestros amigos de la mano y queremos que la población entera nos vea, de ser esto posible. Sin dudas, la amistad es uno de los valores y sentimientos más importantes para el hombre. Somos gregarios por naturaleza, y es sumamente importante para cada ser humano, en reglas generales, poder pertenecer a un grupo determinado. Tener amigos es, sin dudas, una gran alegría y estímulo que hace de nuestras vidas dignas de ser vividas.

Lo curioso de este asunto, y que mueve esta reflexión, es el hecho de que la amistad requiere de cierta capacidad para hacer algo por el otro, ya que es inimaginable pensar en alguien egoísta como el mejor amigo de uno, ¿verdad? A ninguno de nosotros nos atraen las personas egocéntricas, aquéllas que solo piensan en sus propios deseos y necesidades. En contraposición, es reconocido por muchos sociólogos que estamos viviendo una de las épocas más egocéntricas y ególatras nunca antes vista. El narcisismo y el hedonismo nos invaden como una pesadilla y nos proponen un estilo de vida en donde solo importa MI imagen y MIS deseos. Esta tendencia o estilo de vida se contrapone con la idea que tenemos de la amistad que, como mencioné, requiere de cierta entrega hacia los demás. A la luz de esto, es positivo que haya tantas personas que puedan contar con un grupo estable de amigos con los cuales relacionarse.

Sin embargo, al analizar esto, hay un número en la ecuación que a mi me está faltando. Y me pregunto ¿cómo es posible que haya tanto conflicto en el mundo habiendo tantas personas que se llevan tan bien? Es casi lo mismo que preguntarse ¿cómo es posible que haya tantas guerras habiendo tantos millones de creyentes que proliferan por la tierra y que profesan una creencia? Y la respuesta a este asunto usted la está intuyendo junto conmigo: ni son todos tan amigos, ni son todos tan creyentes, obviamente.

Cuando nos referimos a la amistad, al amor, a creer en Dios, sin dudas estamos refiriéndonos a hechos más que importantes en nuestras vidas. Relegar estos asuntos a meros actos comerciales o costumbristas, es quitarles su valor intrínseco, y reducirlos a otro hecho comercial del cual debemos formar parte por costumbre. Si nos dejamos arrastrar por este mercadeo, que solo busca cosificarnos, perderemos el valor verdadero de la amistad, y solo será otra fecha en la que deberemos cumplir con otros, por obligación.

Tal vez sea un ejercicio para realizar en esta fecha, cuando estemos reunidos con nuestros respectivos amigos, tratar de ser honestos con nosotros mismos y poder determinar quiénes de esas personas son realmente amigos. A mi mismo me ha pasado, como a usted, tener que descubrir, no sin algo de dolor, que algunos de los que creía amigos eran solo aprovechadores del momento, tratando de sacar una tajada de algo que no existe. Algunos quizás sean más cómplices que amigos, solo el tiempo y la experiencia nos podrá abrir los ojos y los corazones. Lo cierto es que a esta altura de mi vida no puedo decir que tenga una gran cantidad de amigos, pero si puedo afirmar que quienes forman parte de ese núcleo exiguo son personas maravillosas, que me hacen ver luz donde no la hay, y esperanza donde solo había resignación. Sin amigos con quienes compartir la vida, en lugar de vivir estaremos reptando por este mundo sin un horizonte a lo lejos. Y si no hay un horizonte, ¿para qué caminar? Si efectivamente tiene amigos verdaderos, agradézcale a Dios semejante bendición, ya que para como se ven los acontecimientos mundiales…

No es poca cosa.
Y mientas escribía estas líneas pensaba en que todos queremos rodearnos con personas que nos respondan y estén en nuestra misma frecuencia. Y me pregunto ¿cuántos amigos tendrá Dios? ¿Se nos ocurrió alguna vez imaginar que tal vez Dios mismo quiera tener alguien en quien confiar, alguien a quien contarle sus cosas? A mi sinceramente me molestaría tener a un presunto amigoque me venga a pedir cosas constantemente, sin preguntarme si preciso algo, sin saber como estoy o que me pasa. Sin embargo, muchos de nosotros solo recordamos a Dios cuando algo nos falta, cuando tenemos alguna carencia. Tal vez en esta fecha podamos dedicarle un segundo a este asunto, y así consolar a un Dios que debe estar haciendo horas extras a la vista de como nos comportamos muchos de Sus hijos. Es solo una idea, se lo digo como amigo.
Ricardo Gómez

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