Cuentan que un padre de familia fue a un parque de diversiones con sus dos hijos, uno de tres años de edad y otro de 6 años.
La entrada valía cinco dólares para niños menores de 5 años y diez para los mayores de 5 años.
Cuando se acercó a la entrada, el boletero le preguntó la edad de los niños.
El hombre respondió:
-“Tres y seis años”
El boletero le replicó:
-“¿Usted es un tonto? Me ha podido decir que tienen tres y cinco años y pagarsólo la tarifa de cinco dólares. Ahora que me dijo la verdadera edad de sus hijos, tendré que cobrarle más. Acaso ¿alguien se habría dado cuenta?”
El padre le respondió:
-“Sí, mis hijos”
Proverbios 20:7: El justo que camina en su integridad, Bienaventurados serán sus hijos después de él.
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