Un jovencito fue a ver a su papá y presentándose ante él con mucha serenidad, le dice:
-“Papá, ¿es el Diablo más grande que yo?”
-“Sí, hijo mío” - dijo el papá.
-“¿Es más grande que tú, papá?”
-“Sí, hijo mío, es más grande que yo”
El niño estaba muy sorprendido; pero pensó otra vez, y dijo:
-“¿Es más grande que Jesús?”
-“No, hijo mío - contestó el papá - Jesús es más grande que él"
El pequeñuelo al separarse dijo sonriendo:
-“Entonces no le tengo miedo”
Salmos 18:2: Roca mía y castillo mío, y mi libertador; Dios mío, fortaleza mía, en él confiaré; Mi escudo, y la fuerza de mi salvación, mi alto refugio.
Nota: Así como este niño, me gustaría escuchar que todo el mundo responda... sobre todo, los de los grupos de oración.
José Miguel Pajares Clausen
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