El Papa Francisco
durante la Misa en Casa Santa Marta. Foto: L'Osservatore Romano.
VATICANO, 18 Dic. 17 / 05:55 am (ACI).- En su homilía de la
Misa celebrada en la Casa Santa Marta este lunes 18 de diciembre, el Papa
Francisco se centró en la figura de San José y en sus emociones durante el
embarazo de María y los días previos al nacimiento de Jesús.
El Santo Padre explicó la importancia de la figura de San José, y de la
educación que proporcionó a Jesús durante su infancia, para la historia de la
Salvación.
“Si Jesús llamaba ‘papá’ a Dios Padre, fue porque
lo aprendió de San José”, señaló Francisco.
Cuando María vuelve de visitar a su prima Santa Isabel, José descubrió
que estaba embarazada, y se desata una lucha en su interior. “José luchaba en su interior. En aquella lucha sentía la
voz de Dios que le decía: ‘Levántate’, ese ‘levántate’ que tantas veces, al
comienzo de una misión, podemos leer en la Biblia. ‘Levántate, toma a María y
llévala a tu casa. Hazte cargo de la situación, haz frente a esta situación y
ve adelante’”.
La reacción de José fue ejemplar: “José no
fue junto a sus amigos a confortarse, no fue al psiquiatra para que
interpretase su sueño. No: él creyó. Y fue adelante. Afrontó la situación.
¿Pero en qué consistía esa situación? ¿De qué se hizo cargo? De dos cosas: de
la paternidad y del misterio”.
José, indicó el Pontífice, “se hizo cargo de
una paternidad que no era suya, que venía del Padre. Y llevó adelante la
paternidad con todo lo que ello implicaba: no sólo sostener a María y al niño,
sino también hacer crecer al niño, enseñarle el misterio, llevarlo a la madurez
del hombre. ‘Hazte cargo de la paternidad que no es tuya, sino de Dios’. Y esto
sin decir una palabra. En el Evangelio no hay ninguna palabra dicha por San
José. El hombre del silencio, la obediencia silenciosa”.
En este sentido, el silencio de José también proporciona una importante
enseñanza. “José toma de la mano este misterio y
ofrece su ayuda: con su silencio, con su trabajo hasta el momento en que Dios
lo llama a sí”.
“De este hombre que se hizo cargo de la paternidad
y del misterio se dice que era la sombra del Padre: la sombra de Dios Padre. Y
si Jesús hombre aprendió a decir ‘papá’, ‘padre’, a su Padre que conocía como
Dios, fue gracias a que lo aprendió de la vida, del testimonio de José: el
hombre que custodia, el hombre que hace crecer, el hombre que lleva adelante la
paternidad y el misterio, que no toma nada para sí mismo”, concluyó el Papa.
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