domingo, 11 de abril de 2010

SANTO PADRE PÍO VS DEMONIOS


Primer sacerdote estigmatizado, capuchino italiano, tenía una guerra sin cuartel con el diablo, a quien llamaba "cosaco" o "Barbazul".

Lo asaltaba con tentaciones de las más atroces, con ataques violentos, incluso físicamente, y con insidias de toda clase. En una carta, le escribía a su director el Padre Agustín:
-"La otra noche la pasé muy mal. Desde las diez de la noche hasta las cinco de la mañana, el diablo no hizo otra cosa que golpearme. Me ponía pensamientos de desesperación... Cuando se fue, sentía un frío intenso en todo mi cuerpo, que me hacía temblar de pies a cabeza... Desde hace varios días viene a visitarme con otros más, armados de bastones y barras de hierro. Quién sabe cuántas veces me ha tirado de la cama y me ha arrastrado por la habitación... A veces, permanezco así incapaz de moverme, pues me ha quitado hasta la camiseta y, cuando hace frío, me congelo... Cuántas enfermedades debería haber contagiado, si el dulcísimo Jesús no me hubiese ayudado".

Había veces en que le tiraba las cosas de la habitación y le desordenaba todo, le decía palabras obscenas y esparcía un olor nauseabundo.

Éste es el testimonio del Padre Pío: "Un día, mientras yo estaba oyendo las confesiones, un hombre vino al confesionario dónde yo estaba. Él era alto, guapo, me vistió con algo de refinamiento y era amable y cortés. Comenzó a confesar sus pecados; los cuales, eran de cada tipo: contra Dios, contra el hombre y contra las morales. ¡Todos los pecados eran molestos! Yo estaba desorientado, por todos los pecados que él me dijo, yo respondí. Yo le traje la Palabra de Dios, el ejemplo de la Iglesia, las morales de los Santos, pero el penitente enigmático se opuso a mi palabras justificando, con habilidad extrema y cortesía, todo tipo de pecado. Él vació todas las acciones pecadoras y él intentó hacer normal, natural, y humanamente comprensible todas sus acciones pecadoras. Y esto no solamente para los pecados que eran repugnante contra Dios, Nuestra Señora, y los Santos, él fue rotundo sobre la argumentación, pero, que pecados morales tan sucios y ásperos. Las respuestas que él me dio con la delgadez experimentada y malicia me sorprendieron. Yo me pregunté: ¿quién es él? ¿De qué mundo viene él? Y yo intenté mirarlo bien, leer algo en su cara. Al mismo tiempo concentré mis oídos a cada palabra, para darle el juicio correcto que merecían. Pero de repente; a través de una luz vívida, radiante e interior yo reconocí claramente quién era él. Con autoridad divina yo le dije: diga……. "Viva Jesús por siempre" "Viva María eternamente" En cuanto yo pronuncié estos nombres dulces y poderosos, Satanás desapareció al instante en un goteo de fuego, mientras dejaba un hedor insoportable".

2 comentarios:

oneiber dijo...

Buenas noches que debo hacer para que estas noticias lleguen a mi correo electrónico onesant518@gmail.com

Hermano José dijo...

ESTOS ARTÍCULOS LOS `PDRAS VER CADA VEZ QUE ENTRES A MI BLOG... A MÍ NO ME LLEGAN... LAS BUSCO
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