Hace un tiempo, un invitado a nuestra reunión de grupo, se acercó y me preguntó si podía hablar conmigo confidencialmente.
Le dije que no había ningún problema, que lo que me dijera iba a ser secreto como lo guarda un sacerdote, abogado o médico. Pongo a su disposición este testimonio sin poner nombres… vale la pena enterarse.
Me dijo que tenía un problema con el onanismo. La verdad es que no sabía esa terminología científica, recién estaba entrando en el camino del Señor; para mí eran otras, las ordinariamente llamadas: masturbación, pajazo, etc. Luego en la conversación salió a la luz que se trataba de la masturbación, y recordé las charlas que nos dio el Padre Jorge (Carmelita - Teólogo moral) sobre el tema, que ni siquiera lo nombró "onanismo" sino "masturbación". Él nos dijo que la masturbación era peor pecado que el fornicar, ya que voluntaria y concientemente estábamos ofendiendo a Dios Espíritu Santo al ofender su templo, que somos nosotros. Era como si estuviésemos diciendo “te quiero ofender y me da la gana de ofenderte”. La opinión de un teólogo moral vale más para mí que cualquier otra opinión laica.
El joven me dijo que él creía que mejor era masturbarse a meterse con una prostituta, lo cual, aparentemente era lo mejor cuando se tenían deseos sexuales solicitados por el cuerpo, lo que naturalmente aparece de vez en cuando, ya sea por una película que viste, por una mujer u hombre que te gustó, o por lo que ingeriste. El cuerpo reclama una acción que lo satisfaga.
Un derrame nocturno en sueños no es pecado, porque el sueño es inconsciente y por lo tanto no lo puedes controlar. Ni siquiera tienes por qué confesarlo. El sacerdote te dirá lo mismo que yo te digo al confesarte. No es lo mismo que lo hagas adrede. En sueños puedes estar con quien te de la gana y no es pecado... a menos que te programes antes de dormir con alguna película o revista porno... ahí si estás pecando.
Hoy, conversando por la Web, un hermano tomó el tema, es por eso que lo estoy poniendo nuevamente. Él me dijo lo mismo que me preguntó aquel joven hace varios años atrás, que pensaba que era mejor masturbarse que fornicar, ya que su esposa estaba lejos. ¡Qué equivocados estábamos!, porque yo también pensaba lo mismo antes que me desasnaran, o sea que me sacaran de ser asno.
Si usas tu discernimiento podrás entender que lo que nos enseñó a los del grupo el teólogo moral es más que cierto. Si somos templo del Espíritu Santo, sólo por ignorancia, nos libramos de que el ofender al Espíritu santo no tiene perdón de Dios… ahora que lo sabes ¿te seguirás masturbando o dejarás que tu cuerpo reaccione naturalmente? ¡Tú lo decides! Es muy posible que digas: ¡Para qué carajo me lo dijiste! ... sólo cumplo con mi deber de evangelizar. "El que tenga oídos que escuche", dijo Nuestro Señor
Este tema ya lo toqué anteriormente, lo que no recuerdo es cuándo fue, ya que he escrito desde el 2007. Si tienes tiempo puedes buscarlo en este mismo blog.
José Miguel Pajares Clausen
No hay comentarios:
Publicar un comentario