NUEVA YORK, martes 3 de noviembre de 2009 (ZENIT.org).- "The Gospel in the Digital Age" (“El Evangelio en la era digital") es el nombre del nuevo blog que ha lanzado el recientemente nombrado arzobispo de Nueva York y que ya le ha dado la voz que le ha negado el New York Times.
Entre el 10 de octubre y el 2 de noviembre, monseñor Timothy M. Dolan ha publicado diez entradas (posts), pero uno de ellos, con el título "Anticatolicismo", ha causado sensación, pues reproduce un artículo cuya publicación ha sido rechazada por el diario más famoso de esa ciudad.
El arzobispo considera, en su artículo, que el anticatolicismo se ha convertido en un nuevo "pasatiempo nacional", algo que ha sido ya confirmado por profesores y académicos, como Philip Jenkins, que lo define como "el último prejuicio aceptable".
El artículo del arzobispo pone ejemplos de este "anticatolicismo" presentes en el New York Times. Así por ejemplo, el 14 de octubre, el diario denunciaba 40 casos de abusos sexuales de niños en una pequeña comunidad ortodoxa judía de Brooklyn en el último año.
Según el prelado, la actitud del diario ante este caso no tiene nada que ver con la que en el pasado ha mantenido ante la Iglesia católica, cuando se han dado casos de abusos de sacerdotes. El prelado reconoce que no tiene ni la intención ni el derecho de criticar a la comunidad judía, pero denuncia "este tipo de indignación selectiva".
Otro caso apareció en el diario neoyorquino el 16 de octubre, cuando publicó una historia en primera página, con todo un desarrollo interno (dando más espacio que a la guerra en Afganistán o al genocidio de Sudán) al triste caso de un sacerdote franciscano que hace un cuarto de siglo tuvo una relación consensuada con una mujer de la que nació un hijo. "Ningún clérigo de otra religión diferente a la católica ha merecido nunca tanta atención", reconoce.
El 21 de octubre, señala monseñor Dolan, el Times dedicó su título principal a la decisión de la Santa Sede de dar la bienvenida a los anglicanos que han pedido la unión con Roma. El diario atacó duramente la decisión como proselitista en momentos difíciles para el anglicanismo, a pesar de que el cardenal Walter Kasper, presidente del Consejo Pontificio para la Unidad de los Cristianos, declaró claramente que "no estamos pescando en el estanque anglicano".
Por último, el prelado menciona el "ejemplo más explosivo", un artículo de opinión de Maureen Dowd, publicado por ese diario el domingo 25 de octubre, en el que se hacen acusaciones que ningún editor permitiría contra exponentes islámicos, judíos o afroamericanos.
La columnista lanza todo tipo de acusaciones contra la Iglesia católica que van desde la Inquisición hasta el Holocausto, desde los preservativos hasta la obsesión por el sexo y la pederastia de sacerdotes o la opresión de mujeres, sin olvidarse de los zapatos de Benedicto XVI o del hecho que, siendo un muchacho, fue reclutado por la fuerza (al igual que todos sus coetáneos compatriotas) en el ejército alemán.
Y todo ello, ¿por qué?, se pregunta el arzobispo. Porque la autora, como reconoce en su artículo, no está contenta con la manera en que está teniendo lugar la actual visita apostólica de representantes vaticanos a las religiosas de los Estados Unidos. Un "prejuicio" así, explica, no tiene justificación en "una gran publicación de hoy".
Tras reconocer que estos casos, "por desgracia" no se limitan al New York Times, Dolan asegura que "la Iglesia no está por encima de la crítica".
"Nosotros los católicos ya somos bastante buenos para criticarla. Esto lo aceptamos y lo esperamos. Lo único que pedimos es que esta crítica sea justa, racional, y acertada. Es lo que se espera para cualquier persona. La sospecha y los prejuicios contra la Iglesia se han convertido en un pasatiempo nacional que debería ser 'suspendido por mal tiempo'", concluye.
En otras entradas de su blog, el arzobispo afronta cuestiones de la vida diaria, social y litúrgica, desde cuestiones raciales y caritativas, hasta la defensa de la vida humana amenazada por el aborto, o por la guerra.
Entre el 10 de octubre y el 2 de noviembre, monseñor Timothy M. Dolan ha publicado diez entradas (posts), pero uno de ellos, con el título "Anticatolicismo", ha causado sensación, pues reproduce un artículo cuya publicación ha sido rechazada por el diario más famoso de esa ciudad.
El arzobispo considera, en su artículo, que el anticatolicismo se ha convertido en un nuevo "pasatiempo nacional", algo que ha sido ya confirmado por profesores y académicos, como Philip Jenkins, que lo define como "el último prejuicio aceptable".
El artículo del arzobispo pone ejemplos de este "anticatolicismo" presentes en el New York Times. Así por ejemplo, el 14 de octubre, el diario denunciaba 40 casos de abusos sexuales de niños en una pequeña comunidad ortodoxa judía de Brooklyn en el último año.
Según el prelado, la actitud del diario ante este caso no tiene nada que ver con la que en el pasado ha mantenido ante la Iglesia católica, cuando se han dado casos de abusos de sacerdotes. El prelado reconoce que no tiene ni la intención ni el derecho de criticar a la comunidad judía, pero denuncia "este tipo de indignación selectiva".
Otro caso apareció en el diario neoyorquino el 16 de octubre, cuando publicó una historia en primera página, con todo un desarrollo interno (dando más espacio que a la guerra en Afganistán o al genocidio de Sudán) al triste caso de un sacerdote franciscano que hace un cuarto de siglo tuvo una relación consensuada con una mujer de la que nació un hijo. "Ningún clérigo de otra religión diferente a la católica ha merecido nunca tanta atención", reconoce.
El 21 de octubre, señala monseñor Dolan, el Times dedicó su título principal a la decisión de la Santa Sede de dar la bienvenida a los anglicanos que han pedido la unión con Roma. El diario atacó duramente la decisión como proselitista en momentos difíciles para el anglicanismo, a pesar de que el cardenal Walter Kasper, presidente del Consejo Pontificio para la Unidad de los Cristianos, declaró claramente que "no estamos pescando en el estanque anglicano".
Por último, el prelado menciona el "ejemplo más explosivo", un artículo de opinión de Maureen Dowd, publicado por ese diario el domingo 25 de octubre, en el que se hacen acusaciones que ningún editor permitiría contra exponentes islámicos, judíos o afroamericanos.
La columnista lanza todo tipo de acusaciones contra la Iglesia católica que van desde la Inquisición hasta el Holocausto, desde los preservativos hasta la obsesión por el sexo y la pederastia de sacerdotes o la opresión de mujeres, sin olvidarse de los zapatos de Benedicto XVI o del hecho que, siendo un muchacho, fue reclutado por la fuerza (al igual que todos sus coetáneos compatriotas) en el ejército alemán.
Y todo ello, ¿por qué?, se pregunta el arzobispo. Porque la autora, como reconoce en su artículo, no está contenta con la manera en que está teniendo lugar la actual visita apostólica de representantes vaticanos a las religiosas de los Estados Unidos. Un "prejuicio" así, explica, no tiene justificación en "una gran publicación de hoy".
Tras reconocer que estos casos, "por desgracia" no se limitan al New York Times, Dolan asegura que "la Iglesia no está por encima de la crítica".
"Nosotros los católicos ya somos bastante buenos para criticarla. Esto lo aceptamos y lo esperamos. Lo único que pedimos es que esta crítica sea justa, racional, y acertada. Es lo que se espera para cualquier persona. La sospecha y los prejuicios contra la Iglesia se han convertido en un pasatiempo nacional que debería ser 'suspendido por mal tiempo'", concluye.
En otras entradas de su blog, el arzobispo afronta cuestiones de la vida diaria, social y litúrgica, desde cuestiones raciales y caritativas, hasta la defensa de la vida humana amenazada por el aborto, o por la guerra.
No hay comentarios:
Publicar un comentario