Lo esperábamos con ansias en nuestro Grupo de Oración.
Hace siete semanas se fue al encuentro con su Creador mi cuñada Ivonne. Ese mismo día, en nuestra reunión de los viernes, le pedimos a Dios que la llevara a su lado lo más pronto posible. La respuesta, a través de uno de los instrumentos de nuestro grupo - en descanso espiritual - nos dejó un mensaje: “A la séptima semana el Señor la tendrá a su lado”.
Casualidad o no ese día, coincidía con nuestro compartir, era el día de la Ascensión de nuestro Señor – dos días antes -. Igual pasó con nuestra hermana Doris: El Señor lo anunció y ella se fue al cielo, no sin antes decirnos que rogaría por nuestro grupo.
Ivonne María Zavala Ayllón ya está en el cielo. Uno de los ángeles de nuestro grupo “Iriktiel”– que son tres – nos anunció la buena nueva. Coincidentemente nuestro ángel cumplía tres años con nosotros.
El mensaje fue este:
-“Tu familiar, por el que tanto pedías, ya vio la cara de María, y sólo pide que no se olviden de lo que por tanto luchó” – sus hermanas menores. Ver la cara de María es ver la cara de Dios.
¿Qué le puede negar Dios a María? Ella, después de Jesús, es la mejor de las intercesoras. Es la dispensadora de las gracias de Dios.
Otra vez triunfó el poder de la oración.
Ivonne fue una gran mujer, muy creyente y seguidora de la Palabra de Dios… se merecía un lugar especial en el cielo… y lo más rápido posible. La Virgen María la sacó del Purgatorio y se la presentó a Dios como hija suya… conforme a su promesa a los que llevan su escapulario con honor.
José Miguel Pajares Clausen
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