jueves, 28 de mayo de 2009

ÁNIMO


La próxima vez que sintamos que Dios no puede utilizarnos, tan sólo recordemos que...

§ Noé fue un borracho.
§ Abraham era demasiado viejo.
§ Isaac era un soñador.
§ Jacob era un mentiroso.
§ Lea era fea.
§ José fue abusado.
§ Moisés tenía problemas al hablar.
§ Gedeón tenía miedo.
§ Sansón tenía el cabello largo y era un mujeriego.
§ Rahab era una prostituta.
§ Jeremías y Timoteo eran demasiado jóvenes.
§ David tuvo una relación ilícita y fue un asesino.
§ Elías tuvo pensamientos suicidas.
§ Isaías predicó desnudo.
§ Jonás huyó de Dios.
§ Noemí era una viuda.
§ Job estuvo quebrado.
§ Juan el Bautista comía langostas.
§ Pedro negó a Jesús.
§ Los discípulos se durmieron mientras oraban.
§ Marta se preocupaba sobre todo.
§ A María Magdalena le expulsaron siete demonios… era prostituta.
§ La mujer samaritana se había divorciado más de una vez.
§ Zaqueo era demasiado pequeño.
§ Pablo era demasiado religioso.
§ Timoteo tenía una úlcera...
§ ¡Lázaro estuvo muerto!

Y Dios no ha terminado con nosotros todavía. Somos un vaso que Él puede y quiere usar, si nos hacemos disponibles tal y como cada uno de los personajes arriba estuvieron dispuestos a estarlo.

Ya no los llamo siervos, porque el siervo no está al tanto de lo que hace su amo; los he llamado amigos, porque todo lo que a mi Padre le oí decir se lo he dado a conocer a ustedes. Juan 15:15

Nota:
¿Dónde te ubicas tú? Júntalos a todos y no te llegas a ubicar ni siquiera en el 2%. Tienes todavía una vida por delante para ubicarte, por supuesto anulando las malas cualidades de cada uno de los santos que te precedieron.
José Miguel Pajares Clausen

1 comentario:

Anónimo dijo...

Que buena "pincelada" Hermano. Animo!, esperanza para la gloria de Dios.