miércoles, 6 de mayo de 2009

EL PECADO DEL PADRE ALBERTO... ¡SER HUMANO!


¿Quién ha dicho que el pecado sólo está reservado a los laicos?

Todos los SERES HUMANOS cometemos errores, no solamente los laicos. La confesión y el perdón de Dios es para todos por igual. Se confiesa el Papa y toda la curia. Se confesaron Juan Pablo II y la Madre Teresa. Todos los sacerdotes, como cualquier ser humano, tienen el derecho al perdón y a la misericordia de Dios.

La mayoría de casados, abogados, ingenieros, doctores, etc., pecan… ¿por qué creemos muchos que los sacerdotes no pueden pecar?

La Iglesia Católica, Apostólica y Romana (Oriental-Maronitas), a diferencia que la Iglesia Católica, Apostólica y Romana Occidental (a la que pertenecemos nosotros) permite que los sacerdotes se casen, inclusive, las esposas viven y trabajan en sus Parroquias como Sacristanas, y los hijos como Monaguillos. Una buena solución es que el p. Alberto, si quiere casarse y tener hijos, se traslade a Rusia (Iglesia Oriental) o se convierta en un buen Pastor Cristiano.

Jesús dijo: el que esté libre de pecado que tire la primera piedra. Dejémonos, pues, de hacernos los puritanos y de hacer cargamontón cuando un sacerdote peca… tampoco se trata de aplaudir su proceder. El Padre Alberto ya pidió perdón a Dios y a sus fieles por haberse olvidado de su voto de celibato y haberse dejado arrastrar por sus necesidades fisiológicas y humanas. Estoy seguro que Dios, en su infinita misericordia, fue el primero en perdonarlo. En la Biblia se lee en "El Cantar de los Cantares" de sexo, de un amor entre Salomón y una de sus esposas... es el único artículo donde no aparece Dios por ningún lado.
El Celibato es un Don de Dios que no todos lo tienen... Si te das cuenta que no lo tienes, no hagas un voto falso. El celibato se empezó a tomar como practica en el siglo V, siguiendo el ejemplo de San Benito Abad y sus reglas. El celibato no es una regla o mandamiento de Dios. Recordemos que el sacerdocio es santo, aunque el sacerdote sea pecador. Me explico: La Presidencia de un país es buena, aunque el presidente no lo sea. Si me estuviera muriendo, y sólo tuviera al p. Alberto para confesarme, yo lo aceptaría gustosamente, porque Dios, a través de su sacerdocio me va a perdonar mis pecados.

Como dijo Jesús a la prostituta: Tus pecados te son perdonados anda y no peques más. "Con la misma varas que midas, serás medido" Sólo Dios tiene la potestad de juzgar... Él es el único que sabe en realidad lo que pasa en nuestros corazones. En Genesis 2, Dios dijo: "No es bueno que el hombre esté solo... y creo a la mujer" ¿No estaremos contradiciendo a Dios? ¿Le hacemos caso a las leyes de Dios o a las leyes del hombre? Lamentablemente tenemos que seguir las leyes de la Iglesia (del hombre) sólo por cuestión de orden, para que los fieles no hagan lo que les da la gana.
José Miguel Pajares Clausen

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