El santo padre ha recibido en audiencia a los participantes a las Jornadas (21-22 junio) dedicadas a los representantes pontificios en el ámbito del Año de la fe, a las 10.30 de esta mañana en la Sala Clementina.
Francisco ha comenzado recordando a los presentes que "vosotros me representáis en las Iglesias esparcidas en todo el mundo y en los gobiernos, pero veros hoy así numerosos me da también el sentido de la catolicidad de la Iglesia, que su respiración universal. ¡Gracias de corazón!"
Del mismo modo les ha señalado que su trabajo es importante ya que hacen Iglesia, son mediadores entre los obispos y el obispo de Roma. Sobre las palabras que les ha dirigido, ha subrayado que lha reflexionado mucho sobre ello en su corazón, y sobre todo pensado en ponerse en el lugar de cada uno, "no quisiera deciros palabras meramente formales o palabras de circunstancia".
En primer lugar ha subrayado que la vida de los representantes pontificios es una "vida de nómadas" que están siempre "con la maleta en la mano". Y el papa ha lanzado una pregunta: "¿qué nos dice a todos nosotros esta vida?", ha respondido Francisco diciendo que "diría que da el sentido del camino, que es central en la vida de la fe" poniendo como ejemplo a Abrahán, "hombre de fe en camino". Este tipo de vida comporta una "mortificación", ha recordado el santo padre, por el "sacrificio de despojarse de las cosas, de los amigos, de las uniones e iniciar siempre de nuevo". Otra consecuencia de esta vida viene descrita en la Carta a lo Hebreos, donde el autor afirma que "vieron los bienes prometidos y los saludaron de lejos, declarando ser peregrinos en esta tierra". Por eso el papa ha reconocido que esta vida tiene un gran mérito cuando "se vive con la intensidad del amor".
Sobre el aspecto de "mirar de lejos" ha explicado que los padre del Antiguo Testamento mirando los bienes prometidos, y el Señor es ese bien prometido, "que nunca debe parecernos algo por descontado". Los bienes del mundo terminan por no contentarnos nunca pero "el Señor es el bien que no desilusiona" ha recordado. También ha subrayado la importancia de la familiaridad con Jesucristo, en la oración en la celebración eucarística, en el servicio de la caridad.
A continuación el papa les ha advertido sobre el peligro de la "mundanidad espiritual" explicado que es "ceder al espíritu del mundo, que conduce a actuar por la propia realización y no por la gloria de Dios". Sobre este aspecto ha matizado que "ceder al espíritu mundano expone sobre todo a nosotros Pastores al ridículo, podremos quizá recibir algún aplauso, pero esos mismo que parece que nos aprueban, después nos criticarán a la espalda".
El santo padre Francisco ha insistido sobre la idea de que son Pastores y no deben olvidarlo nunca, "sois presencia de Cristo", "sois presencia sacerdotal". Les ha invitado a ser siempre profesionales y que en las relaciones con las autoridades civiles y los colegas sean Pastores, "buscad siempre el bien, el bien de todos, el bien de la Iglesia y de todas las personas".
Para finalizar el obispo de Roma les ha recordado que uno de los puntos más importantes de su servicio como representantes pontificios es el delicado servicio que tienen de estudiar los posibles nombramientos episcopales y les ha dado algunas pautas. Es papa les ha recordado que los candidatos deben ser "pastores cercanos a la gente, padres y hermanos, que sean amables, pacientes y misericordiosos; amen la pobreza, interior como libertad para el Señor y también exterior como sencillez y austeridad de vida, que no tengan una psicología de 'príncipes'. Estad atentos que no sean ambiciosos, que no busquen el episcopado y que sean esposos de una Iglesia, sin estar en constante búsqueda de otra." Así mismo, ha recordado el santo padre ha insistido que deben ser personas capaces de "velar" por las ovejas que les sean confiadas.
A la conclusión del discurso, el papa Francisco les ha invitado a reflexionar por el servicio importante y precioso que prestan a la Iglesia y ha añadido que su vida es "una vida en camino, pero siempre con Jesucristo que os lleva de la mano".
El santo padre ha regalado a los representantes pontificios una cruz de plata realizada a mano, en exclusiva para la ocasión, obra de orfebrería de los maestros Claudio y Piero Savi.
No hay comentarios:
Publicar un comentario